Después del asesinato, los jóvenes planeaban suicidarse, pero prefirieron quedarse en casa teniendo sexo, viendo películas y comiendo helados.
Hace un año la sociedad británica quedó estremecida por el brutal crimen cometido por una pareja de adolescentes de tan solo 14 años.
Elizabeth Edwards, de 49 años, y su hija Katie de 13 años, fueron asesinadas mientras dormían en su propia casa en la ciudad de Lincolnshire (Reino Unido), pero, debido a la edad de los asesinos, solo ahora la Policía local ha podido revelar sus nombres y los detalles del crimen. Resultaron ser la hija mayor de la víctima, Kim Edwards, y su novio Lucas Markham, informa el periódico ‘The Daily Mail’.
“Amaba más a mi hermana”
Las fuerzas de seguridad también han reportado que el motivo del crimen fueron los celos y rivalidades entre hermanas. Durante los interrogatorios Kim ha afirmado que su madre amaba más a su hermana menor y la trataba “como a un ángel”. La colegiala, que ahora tiene 15 años, también tenía “rencor” a su madre por golpearla en la cara en un parque de caravanas cuando tenía solo ocho años de edad.
Por primera vez la joven empezó a planear el asesinato fue después de que su madre le dijera que iba a terminar como su “desgraciado padre”, Peter Edwards, quien fue descrito en la corte como un “drogadicto abusivo”. Además la madre rechazaba enérgicamente la “relación tóxica” de su hija con Markham y le advertía que el chico era como su padre.