Por Jorge Jiménez
HOLA MUNDO. -A mediado de los 80’s la conocimos en la UASD. Fue una mañana de sol radiante, en la explanada frontal de la Facultad de Humanidades. Éramos aún estudiantes de término de la licenciatura en Comunicación Social. Poco antes de actuar, el periodista Julián Sosa, también estudiante de la carrera -pero ya un dirigente estudiantil consumado-, nos la presentó. Aún rosadita y sudorosa fruto de una corta pero impactante actuación en esa Facultad.
Rossyn ya comenzaba a crecer como artista mientras estudiaba allí también. Fue regocijante el momento. A partir de ahí, Julián y nosotros fortalecimos lo que después se convirtió en una bonita amistad con la cantante. Rossyn, al paso de los años, comenzaba a descollar como una figura del canto popular dominicano. ¿Qué impactó ipso facto? Su estilo impresionante. Fue ganando amigos en la prensa y en el “medio artístico”. Todavía recordamos aquella tarde sin sol en su casa con Julián Sosa. Su calidad humana, sus relaciones humanas, su gentileza, su solidaridad, en síntesis, su humanismo y su profesionalidad, iba sumándole no sólo amigos, sino también grandes admiradores y empresarios artísticos.
Rossyn versión femenina de Raphael….Poco a poco Rossyn fue abriéndose paso en aquella época. Carlos T. Martínez y Jochy Santos jugaron su rol en la ascendente proyección artística ésta. Presentaciones iban y venían en los principales y más prestigiosos centros nocturnos de la capital como el Teatro Nacional, Maunaloa, Hotel Lina, etc., no sin mencionar actuaciones en el interior de la República. Hasta que llegó el empresario y amigo César Suárez quien se convirtió en un fiel contratante de la artista. Suárez siempre traía al ídolo español Raphael a cantar. Y Rossyn, como la versión femenina de Raphael, se volvió contraparte favorita de Raphael y de Suárez. Comenzaron a lloverle los reconocimientos del público y del “medio artístico”.
Rossyn logró posicionarse. Sus dramáticas actuaciones junto a Raphael y otros artistas internacionales la hicieron más popular. Su fuerza fue el escenario y no tanto el disco. Sus éxitos discográficos no fueron tantos, pero el público disfrutaba la fuerza de su voz, sus impetuosas actuaciones con canciones como “Sobreviviré”; su agresividad, sus giros y movimientos escénicos, su mirada y devoción por su atractivo físico se volvían ostensibles. Rossyn era un huracán.
Llegó el amor y todo cambió...Un escándalo social empañó su brillante, ascendente y meteórica carrera artística. Por respeto a Rossyn no vamos ahondar mucho en esto. Sólo vamos a decir que se enamoró de la persona equivocada. Esa persona, tuvo problemas con la justicia. Rossyn, inocente de quien era esa persona, fue noticia al producirse el escándalo por estar relacionada sentimentalmente con ese sujeto con quien mantuvo un corto romance que se rompió con el apresamiento de ese individuo.
Se empañó su carrera dado el hecho que Rossyn fue formada en valores, mujer de vergüenza, de ética, de moral resultó afectada emocionalmente. Aquello le dolió como pocos puedan imaginar. Sólo vamos a revelar por primera vez esto: poco tiempo después, nos encontramos muy cerca del alma mater con la artista que deambulaba entre los jardines de la UASD. Su ánimo no era el mejor y al verla así conversamos durante largas horas de ese inolvidable día. Luego de ese profundo diálogo y reflexión que sostuvimos *respecto a aquel incidente-partió a Nueva York. Trabajó allí durante un tiempo. Y se casó en esa urbe. Luego volvió a trabajar aquí con el apoyo de Luis Medrano quien la presentaba en el Yarey del Hotel Sheraton.
A su regreso la entrevistamos para el periódico Hoy en 1993 y declaró que no veía un crecimiento en sus colegas criollas del canto. En ocasiones, siempre que venía al país hizo actuaciones aquí mientras su carrera artística se fue apagando como una estrella en el patio. Hoy Rossyn vive desde hace unos años muy feliz con su bella familia en Meryland, Washington DC. De fuerte e impresionante personalidad guerrera y como una fiera en el escenario, así la recuerdo en el escenario hoy jueves.
DE LAS COSAS QUE PASAN. -El “medio artístico” olvida rápido desde que sales de él, por eso muchos ya no recuerdan a Rossyn, Yinette, Ariella, Edilí, Xiomara, Martha Echenique, La Coqueta, Valeria, Dhariana, etc….Unas porque se fueron al más allá y otras que aún viven, pero fuera de los escenarios…Lo mismo pasa con muchas de nuestras vedettes como doña Gloria Normanda, Francis Santini, etc….HASTA LA PRÓXIMA CIUDADANOS DE LA FARANDULA, EL ARTE Y LA CULTURA.