Relacionan el dormir poco con la obesidad

Las personas que duermen pocas horas corren más riesgo de ganar peso porque tienen una sensación aumentada de hambre, afirma el reciente estudio de investigadores japoneses.

Los científicos de la Universidad de Waseda y la corporación Kao han descubierto que las hormonas que regulan el apetito disminuyen sus cantidades en las personas que duermen menos de lo necesario.

«Este hallazgo ha revelado que las personas que duermen solo durante períodos limitados de tiempo tienen un apetito más fuerte aunque su consumo de energía permanece en el mismo nivel. Esto puede resultar en obesidad», dijo el experto en sueño, Sunao Uchida de la Facultad de ciencias deportivas.

Los científicos encuestaron a nueve hombres saludables de una edad promedio de 23,2 años.

Se les midió su tasa metabólica bajo dos condiciones diferentes: después de que durmieran 7 horas durante tres noches consecutivas, así como después de que reposaran tres horas y media diariamente durante otras tres noches.

El equipo de investigadores puso a los sujetos en un cuarto diseñado especialmente para medir sus tasas metabólicas.

El estudio reveló que los niveles de hormonas sanguíneas que regulan el apetito se redujeron en un 10% en los sujetos después de que durmieran tres horas y media al día en comparación con los índices que hubo después de que pasaran siete horas en cama.

La cantidad de las hormonas regresó casi a niveles normales después de que durmieran siete horas el día siguiente.

Los científicos también preguntaron a los sujetos sobre sus sensaciones de hambre. A pesar de que comieron mismas cantidades de comida a lo largo de dos sesiones, ellos tuvieron sensaciones aumentadas de hambre cuando reposaron menos horas.

La diferencia en niveles de hambre en las dos situaciones se ampliaba cuando los sujetos estaban a punto de ir a la cama, dijeron los expertos.

En condiciones de falta de sueño los sujetos consumieron cantidades mayores  de energía durante las noches puesto que se levantaban más temprano. Mientras tanto el consumo de energía durante los días no difería mucho.

El profesor Uchida concluyó que el desafío actual es analizar atentamente las correlaciones entre el consumo de comida, el sueño y las actividades físicas.

 

 

 

 

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