¿Por qué en ocasiones sentimos que caemos al vacío justo antes de dormir?

  Seguramente te habrá pasado alguna vez: estás a punto de quedarte dormido y de repente sientes que caes al vacío, todo tu cuerpo sufre una sacudida y quedas despierto de golpe. No se trata de un sueño, no estabas saltando de un risco en algún paisaje onírico, esto sucede antes de que puedas quedarte dormido, justo cuando estás a punto de traspasar la barrera que divide la vigilia del sueño.

¿Qué significa eso? ¿por qué ocurre de manera repentina? Nosotros te damos la explicación científica a este fenómeno que es más común de lo que imaginas.

La mayoría de personas que han vivido esto lo describe como la sensación repentina de tropezar, dar un brinco o caer en un pozo. Casi todos han coincidido en que la sacudida que sienten los deja despiertos y algo asustados o con sensación de sobresalto.

Tal vez has escuchado explicaciones que intentan darle un tono sobrenatural a esto. Por ejemplo, que esto sucede cuando tu alma intenta abandonar momentáneamente tu cuerpo o que se trata de una sacudida de tu alma que intenta ser atormentada por fuerzas oscuras. Nada de esto es cierto. Pocos saben que a esta sensación se le denomina «mioclonía del adormecimiento» y se trata de un proceso fisiológico normal que compartimos con otros animales.

Se trata de un movimiento brusco que sufre alguna parte o la totalidad de nuestro cuerpo cuando entramos en la fase de somnolencia, que es la que dará paso a posteriores fases de sueño superficial, profundo y fase REM.

El proceso de adormecimiento en nuestro cuerpo tiene diferentes fases y en éste los músculos se relajan y la mente se «desconecta de su parte consciente», hasta hacernos entrar en el mundo de los sueños. Mientras nuestro cuerpo lleva a cabo estas funciones, es bastante común que sintamos repentinamente una descarga eléctrica que interrumpe momentáneamente el sueño. Pasamos de un momento de máxima relajación a uno de tensión imprevista. Esto se produce cuando, por ejemplo, hemos sufrido episodios estresantes durante el día y nuestros músculos o mente regresan de manera brusca al estado de alerta porque vuelven a conectarse con dichos episodios. También puede ocurrir si estamos muy cansados y nuestro cuerpo no puede llevar a cabo el proceso en total relajación.

En cualquier caso, se trata de una especie de espasmo físico y mental que nos hace regresar a la vigilia de golpe interrumpiendo el adormecimiento en el que habíamos entrado.

Se calcula que este fenómeno fisiológico afecta a 7 de cada 10 personas en algún momento de su vida. Puede ocurrir de manera aislada o volverse repetitivo. En este último es recomendable ver un médico para ayudar al cuerpo a vivir de manera completa y tranquila la fase del adormecimiento. No tiene consecuencias dañinas para nuestra salud ni se trata de una enfermedad o condición médica.

Más allá del sobresalto, no hay nada qué temer cuando esto ocurre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

cinco × tres =