Una mamá osa blanca estaba pescando salmones en el río cuando vio que un gran oso negro se metía en la corriente para llevarse algo a la boca. Así que la osa quiso enseñarle de quién eran esas aguas.
Ocurrió en los vastos bosques de Canadá. La osa blanca observa cómo el extraño comienza a llevarse salmones a la boca en su territorio hasta que se harta, se acerca a él y, a pesar de que el macho es bastante más grande que ella, intenta intimidarle.
Al final, la hembra consigue su objetivo y se aleja.