Las personas con menos zinc enferman más gravemente de Covid-19 y tienen una mortalidad más alta

A mayores niveles de zinc en la sangre, mayores son las probabilidades de sobrevivir al COVID-19 y reducir el tiempo de recuperación.

A un año del inicio de la pandemia, estudiar la relación entre las condiciones previas de las personas enfermas y la gravedad de COVID-19 sigue siendo un método útil para aprender a combatir de mejor forma al virus. 

Además de las comorbilidades ya conocidas por todos, estudios cada vez más amplios investigan los factores individuales que parecen favorecer a que el virus se manifieste agresivamente y ponga en riesgo la vida.

En este caso, el hallazgo más reciente demuestra que tener un nivel más bajo de zinc en la sangre es un factor que aumenta notablemente la mortalidad en las personas enfermas de COVID-19.

Esta fue la conclusión de un estudio elaborado por médicos e investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas y de la Universidad Pompeu Fabra, en Barcelona.

El grupo de investigación analizó los niveles de zinc de 249 pacientes entre el 9 de marzo y el 1 de abril de 2020, con una edad promedio de 65 años. La mayoría había ingresado al hospital con fiebre, tos y dificultades respiratorias.

En el lapso de poco menos de un mes, los médicos registraron el nivel de zinc en la sangre de los pacientes al momento de ingresar y su relación con el progreso de la enfermedad. Los resultados mostraron que los enfermos con niveles más bajos de zinc (inferiores a 50 μ/dl) experimentaron una mayor mortalidad (21%), en comparación con aquellos que mantenían niveles más altos del zinc en la sangre (5 %).

La explicación detrás de esta relación podría estar en la acción inmunomoduladora y antiviral del zinc mostrada en técnicas in vitro. Los autores del estudio consideran que los niveles bajos de este elemento provocan un desequilibrio inmune, que a su vez favorece el incremento de la carga viral en las personas enfermas.

¿Es útil para evitar COVID-19 grave?

El zinc es un mineral básico para el funcionamiento del cuerpo humano presente en la carne de res, cerdo, las nueces y los granos enteros. Además de encontrarse naturalmente en las células, participando en su crecimiento y división, es necesario para mantener en forma el sistema inmune ante cualquier infección.

“El zinc es un elemento esencial para el mantenimiento de una gran variedad de procesos biológicos, y la alteración de sus niveles provoca un incremento de la susceptibilidad a infecciones y un incremento de la respuesta inflamatoria”, explicó el Dr. Robert Güerri, médico del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar, primer autor del estudio.

A pesar de que la evidencia científica previa no mostraba una mejora significativa en los pacientes que habían recibido zinc como suplemento durante una infección por COVID-19, esta investigación apunta en la dirección opuesta y sugiere que suplementar este mineral podría ser útil para reducir la mortalidad y el tiempo de recuperación, especialmente en adultos mayores. 

No obstante, los investigadores manifestaron la necesidad de hallar un elemento que “permita potenciar la actividad del zinc dentro de la célula para bloquear la replicación del virus” para obtener mejores resultados.

Muyinteresante.com

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