Paciente relata que vive calvario por mala práctica médica realizada en la clínica Abel González

Impotencia es lo que siente Humberto Reginato, un paciente que desde el año 2014 ha sido sometido a 25 operaciones por un costo superior a los RD$37 millones. Fue intervenido para colocarle una prótesis de rodilla, y se habría infectado en la sala de cirugía.

Reginato fue operado en el Centro de Medicina Avanzada Dr. Abel González, por el doctor Alfredo Guerrero Krantz, ortopeda, pero en la misma sala se infectó con un estreptococo, dijo Reginato.

El estreptococo es un microorganismo que gusta estar en las unidades de cuidados intensivos y salas quirúrgicas, siempre y cuando no haya una adecuada desinfección.

Hoy intentó obtener la reacción del ortopeda Guerrero Krantz, pero no fue posible. Su secretaria prometió darle el mensaje para que se comunicara con la Redacción de Hoy, pero no se obtuvo ninguna respuesta.

Reginato fue sometido a 17 intervenciones en el país, ninguna de las cuales fue fructífera, dado que la infección impidió que la prótesis se adhiera al cuerpo. En Estados Unidos le preguntaron, relató, cómo había podido sobrevivir con un nivel de infección tan alto.

En ese país, específicamente en el Boston Medical, Reginato duró un año ingresado. Se le administraban antibióticos de última generación, pues los básicos no hacían ceder la infección. Tras concluir la terapia de antibióticos le fueron removidas las rodillas y caderas al menos ocho veces.

Cree que está vivo gracias a que tiene una familia, una esposa, tres hijos y redes de amigos que lo apoyaron en todo momento. En el país recibió toda la cobertura por parte de su aseguradora, pero en Estados Unidos tuvo que pagar US$700 mil. En adición en República Dominicana pagó más de RD$2.0 millones.

Los tribunales. Reginato Lleva tres años en los tribunales del país, pero los obstáculos son de lo más variopintos. En la justicia le han dicho que el caso lleva dos años y que por tanto, perdió fuerza y vigencia

En primera instancia, el tribunal que conoció el expediente lo revisó en forma parcial, cuenta Reginato, quien asegura que solo fueron revisadas unas páginas, de un volumen enorme.

El gran problema para las demandas médicas es la cantidad de obstáculos que se colocan para que la justicia conozca los expedientes, dice Reginato al afirmar que no duda que haya tráfico de influencias.

Con 74 años, Reginato carga consigo un fardo de papeles, los cuales contienen su diagnóstico, cifras pagadas fuera del país, nombres de medicamentos y recibos de todos los pagos realizados para poder salvar la vida.

No bastan los papeles que presenta a la Justicia, le dicen que ya pasó el tiempo. Mientras tanto, perdió una pierna, la movilidad de un lado y la cadera no le funciona. “Esto tiene que parar, conozco más de 20 personas con casos similares”.

El papel de la Justicia es increíble, de un expediente altamente voluminoso, los jueces revisaron las primeras páginas y ya, comenta el sobreviviente, quien visitó la Redacción de Hoy.

La visita estuvo motivada por la publicación del caso de Paloma Bonilla, quien junto a su abogado ganó en segunda instancia una sentencia contra el hospital Salvador B. Gautier y el doctor Fredis Reyes, ortopeda de larga trayectoria de ese centro de salud.

Por Altagracia Ortiz, hoy.com.do

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