Hipólito Mejía expresó que el desarrollo turístico de Barahona no se puede posponer por más tiempo porque esta es una zona muy importante. Dijo que en esta región hacen falta empresarios dispuestos a invertir, porque tiene futuro.
Precisó que se necesita gente que se preocupe por el desarrollo de estas poblaciones, ya que esta situación no puede continuar así.
Mejía prometió rehabilitar los proyectos agrarios del sur, los que dijo están abandonados y sin planes sociales serios a favor de sus habitantes.
Aseguró que de llegar al gobierno brindaría todo su apoyo a los agricultores, facilitándoles recursos financieros y técnicos, así como con la comercialización de sus productos a través de un Inespre eficiente y que cumpla cabalmente para lo que fue creado.
Sobre la crisis en la Junta Central Electoral, expresó que eso tiene que resolverse, ya que es un conflicto innecesario creado por el presidente del organismo de elecciones, Roberto Rosario, ya que no ve ninguna razón en tratar de mantener a Franklin Frías en el cargo.
Hablando en rueda de prensa, exhortó a los perredeístas a prepararse para defender el triunfo en las elecciones de mayo, porque a él nadie le hará “coca”.
Desarrollo regional
Dijo que entregará las guaguas que sean necesarias y becas para los estudiantes, para que los jóvenes de estas olvidadas poblaciones del Sur puedan tener la oportunidad de prepararse, porque este es un factor importante para el desarrollo de esta región y del país.
Prometió cumplir con la Ley de Seguridad Social para que todas las familias reciban el servicio de salud como establece dicha normativa, y recordó que fue precisamente en el Sur donde él inició la aplicación de la misma, consciente de que es la región más desatendida por los gobiernos.
Expresó que es necesario bajar el alto costo de la vida y la inseguridad que arropa a la población, para lo cual sembrará de invernaderos los campos, a fin de producir la alimentación necesaria y crear empleos para la juventud y la población.
Mejía declaró que hay que prestar atención al “lacerante y preocupante” problema que constituye la situación de las poblaciones cerca del Lago Enriquillo.