Nervioso, sudado, ensangrentado y armado: así describen a Rolfi luego de balear a David Ortiz

Santo Domingo, RD.-Luego de desmontarse de un motor, caminar hacia el beisbolista David Ortiz y dispararle casi a quema ropa, Rolfi Ferreira Cruz («Sandy») corrió por la acera, giró en la primera esquina a la derecha, recorrió varios metros de la calle Aruba, y se escondió en el patio de una casa para no ser atrapado por el crimen que había cometido.

El joven propietario del lugar donde Rolfi se escondió, narró a reporteros de Listín Diario que tras escuchar unos ruidos extraños en la parte trasera de su casa, salió y encontró a un hombre armado, ensangrentado y “sumamente nervioso”, por lo que pensó se trataba de un asalto.

Se desconoce las razones exactas por las que Rolfi estaba ensangrentado, pero algo que destacó el dueño del lugar donde este llegó luego del ataque, es que para llegar ahí, él tenía que cruzar varios patios con alambres y verjas. 

“Yo escuché la puerta y lo encontré ahí, agachado, con la pistola en la mano y luego se paró”, contó el hombre, quien no quiso ser identificado. 

“Me dijo que se estaba escondiendo porque lo querían asaltar, que le querían quitar un motor, pero yo no le creí”, aseguró.

Contó que justo ese día se sentía enfermo, y que ese momento le desencadenó un malestar físico y psicológico, ya que nunca había pasado por un momento similar.

“Yo no soy tigre, nunca había entrado un hombre así a mi casa, no había estado en una situación así”, dijo el hombre aun sorprendido por el hecho, y sin explicarse cómo su casa pasó aleatoriamente a estar involucrada en un caso como ese, cosas que le costó creer a las autoridades en principio. 

Dijo que en ese momento estaba acompañado por un grupo de amigos, quienes les preguntaban qué pasaba, pero que no quiso contarles inmediatamente ya que temía que este se agitara y se produjera un inconveniente mayor.

“Él estaba muy nervioso, manipulaba mucho el arma, y yo le decía que se calmara”, añadió el hombre en momentos en que todavía no sabía lo que había hecho. 

Rolfi le había pedido que contactara a varias personas a través de su Facebook, cosa a la que él no accedió, y luego le pidió que le llamara un taxi, pero en un abrir y cerrar de ojos ya no estaba, “supongo que se fue por el callejón”, dijo.

Con el recuerdo aun fresco de aquella noche del domingo 9 junio, relató su espanto al ver toda la sangre que había perdido.

“Habían coágulos de sangre, que le salían de un brazo, yo pensaba que le habían dado un tiro”, reveló el joven.

Informó que minutos después de que Rolfi se fuera, mientras revisaba sus redes sociales, se enteró de que le habían disparado a David Ortiz en un bar cerca de su casa, y que entonces empezó a asociar al individuó con el hecho, por la hora y las características.

“En la semana, cuando mis amigos me dicen que atraparon al tipo y me mandan una foto, es cuando entonces yo digo sí, era él”, aseguró.

Martin Adames, Listín Diario

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