Familiares prometen vengar crimen cometido por 3 haitianos contra dominicano

Azua.- Los familiares del agricultor Juan de Dios Castro, asesinado por haitianos la semana pasada, advirtieron de que si en 24 horas las autoridades no arrestan a los implicados en este crimen comenzarán a perseguir y matar a los nacionales de Haití que estén en esa provincia.  

“Sí en 24 horas no resuelven esto, nosotros vamos a coger dos escopetas y vamos a perseguir haitianos… a matar haitianos, y de todo el que sospechemos lo vamos a matar; quizás ellos dicen que son inocentes, pero y nuestro padre qué era: un perro, al parecer. Si no resuelven en 24 horas, vamos para la calle y vamos a matar haitianos, como hizo Trujillo en aquella época”, advirtieron los hermanos Ruddy y Juancito Castro Filpo.

Ambos aseguraron que las autoridades no están haciendo su trabajo y que solo quieren cerrar el caso al mostrar a un “infeliz” como culpable. Por su parte, las autoridades de Azua dijeron que están investigando los hechos, y que el próximo martes se le estará conociendo medida de coerción al único imputado apresado por el asesinato del agricultor.

Hace más de un mes, como consecuencia del asesinato de una pareja de agricultores en Pedernales a manos de haitianos, residentes de ese lugar dieron un ultimátum a los inmigrantes para que abandonaran la provincia o, de lo contrario, tomarían represalias. Tras la advertencia, los haitianos salieron despavoridos de la zona, lo que provocó la suspensión del mercado binacional y una atmósfera de tensión que todavía perdura allí.

La hija del asesinado agricultor azuano, María Castro Filpo, hizo un llamado al presidente Danilo Medina para que su caso no quede impune.  “Presidente, yo sé que usted es un buen hombre, yo sé que usted no dejará que esto se quede así. Mi padre solo aportaba en esta comunidad Danilo; yo sé que usted no dejará que la muerte de mi padre quede impune”, señaló la hija de Juan.

Los hechos

Juan de Dios Castro acudió a su finca a las 5:00 de la madrugada, como de costumbre, a supervisar sus cosechas. Todavía el cielo estaba oscuro. Él siempre iba acompañado de su machete, y un arma de fuego de la que nunca tuvo necesidad de hacer uso.

Tal parece que para Juan, aquel amanecer resultaba como cualquier otro, pero ignoraba que detrás de los arbustos, amparados por la oscuridad reinante a esa hora, al menos tres individuos lo vigilaban para arrebatarle su pistola, que portaba legalmente.

Aquel miércoles 25 de abril, Azua se vistió de tragedia cuando los delincuentes, de origen haitiano, ingresaron a su finca con arma blanca y lo sorprendieron, de espaldas. Juan intentó defenderse hiriendo a uno de los asaltantes con su machete, lo que aprovechó otro de los criminales que, de un tajo, le cercenó el brazo con el que trató de defenderse.

Ya tirado sobre tierra, lo remataron a machetazos en distintas partes del cuerpo. Consumado el crimen, sustrajeron el arma de fuego y huyeron del lugar.

Ese mismo día, el individuo herido por Juan fue al Hospital Regional Taiwán, de Azua, en busca de atención médica. Ya las autoridades habían alertado al centro de salud de lo sucedido, a fin de que el personal estuviera al tanto de la posible entrada de un haitiano, con herida punzante en la cintura.

Y así sucedió. Ramsel Sejollr, de 24 años de edad, fue identificado por una de las enfermeras del centro al poseer las mismas características del individuo que participó en el asesinato, por lo que fue arrestado por la policía de Azua.

Las autoridades confirmaron que Sejollr confesó el hecho y mencionó a un tal “Bonell” como uno de los participantes en el crimen, igual que otros posibles responsables, aún sin identificar.

Tras el suceso, los haitianos que residían en El Ganadero se fueron de la comunidad por temor a represalias.

Dalton Herrera, Listin Diario

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