Especialistas aseguran que fracasó la lucha del Gobierno contra la delincuencia

SANTO DOMINGO. La falta de medidas estatales para enfrentar de manera eficaz la delincuencia, ha llevado a los ciudadanos a buscar protección de manera individual y en ocasiones hasta a tomar justicia por sus propias manos.

Esa situación, de acuerdo con especialistas de la psiquiatría y la psicología, se debe al fracaso de las políticas públicas de prevención de la delincuencia, cuya problemática consideran se trabaja en base a la consecuencia y no en la causa que la originan.

El psiquiatra José Miguel Gómez sostiene que una sociedad atrapada en la delincuencia, sin respuestas y sin políticas públicas, empuja a los ciudadanos a tomar la justicia por sus propias manos.

Sostuvo que si la justicia no responde de manera eficaz y eficiente frente a la delincuencia y a la violencia, la sociedad se va deshumanizando e impulsando a los linchamientos.

“Aquí todo el mundo quiere tener una pistola, o anda con un bate en el carro, con un cuchillo, o un palo, y todo el que sale de su casa con un arma blanca o de fuego no sale a negociar ni a reflexionar, sale a agredir o a responder la agresión y eso es preocupante, y está demostrando que es una sociedad que se está preparando para la violencia”, aseveró.

Consideró que las medidas de seguridad adoptadas por los ciudadanos, con alarmas, cámaras o guardianes, obedecen a la falta de respuestas del Estado. “Es una expresión del individualismo en que está cayendo la República Dominicana”, advirtió.

Mientras que el psicólogo clínico César Castellanos, plantea que cuando una persona intenta tomar la justicia en sus propias manos, lo hace como una respuesta social fundamentada en el miedo.

Sostiene que las reacciones humanas ante situaciones inesperadas de violencia son bastante impredecibles, llevando a algunos a reaccionar de forma rápida, tomando a veces decisiones impopulares para autoprotegerse o defender a otros.

“Cuando existe inmadurez a nivel frontal en el cerebro, las personas pueden comportarse de manera impulsiva, irreflexiva, incapaz de inhibir sus impulsos, torpe para tomar decisiones, sin enfoque”, manifestó. Asimismo, sostuvo que cuando la ciudadanía asume el rol de víctima, tiende a generar acciones de protección ante sus sentimientos de inseguridad. Explicó que el hecho de instalar alarmas y cámaras de seguridad o buscar guardianes, forman parte de un estilo individualista ante un problema que es colectivo.

“El hecho de que la criminalidad vaya asociada con la sensación de inseguridad colectiva, eleva la tasa de temor y plantea la necesidad de que se este problema se enfrente desde puntos de vista suficientemente amplios y diversos, que incorpore las perspectivas de los diferentes estamentos de la sociedad”, indicó.

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