Una eventual guerra entre Washington y Pyongyang provocaría un ‘Armagedón’

El posible enfrentamiento entre EEUU y Corea del Norte amenaza con consecuencias graves a todo el mundo, escribe el exconsejero del Comité de la Cámara de Representantes de EEUU para Asuntos Exteriores, Dennis Halpin, en su artículo publicado en la revista The National Interest.

Además de las 20 armas nucleares, Pyongyang puede contar con armas químicas, cuyas cifras varían entre 2.500 y 5.000 toneladas, asegura el autor, citando datos de medios surcoreanos.

Aunque Corea del Norte aún no dispone de los misiles balísticos que serían capaces de alcanzar el territorio de EEUU, los cohetes norcoreanos de medio y corto alcance pueden fácilmente impactar en las bases estadounidenses situadas en Corea del Sur, Japón y en la isla Guam.

En caso de que Corea del Norte decidiera utilizar sus armas químicas, no solo los ciudadanos surcoreanos correrán el peligro de morir en el ataque sino el contingente de 28.000 militares estadounidenses que se encuentra desplegado actualmente  en la península de Corea.

Las autoridades japonesas también temen que el territorio de Japón pueda correr el peligro de un ataque químico.

Halpin subraya que EEUU y Japón no serían las únicas víctimas de ‘la Segunda Guerra de Corea’. Según el autor, la economía mundial podría convertirse en otra víctima del hipotético conflicto con Corea del Norte.

Una vez desencadenada la guerra los escaparates de las tiendas estadounidenses llenos de productos procedentes de los países de Asia del Este, se quedarán vacíos, opina Halpin. La situación en la economía mundial se agravará aún más en caso de que China tome la decisión de apoyar a Pyongyang en este conflicto.

Halpin recuerda que la Guerra de Corea (1950-1953) costó 20.000 millones de dólares y más de 50.000 vidas a Estados Unidos, además de cobrar las vidas de 2 millones de coreanos (de ambos lados).

»Los costos de la Segunda Guerra de Corea, entonces, serían masivos», advierte el experto. Según él, el conflicto amenaza con destruir por completo la infraestructura surcoreana, perturbar el comercio mundial, causar el desplome de distintos mercados, involucrar en el conflicto a China y provocar el primer uso de las armas de destrucción masiva desde los ataques que fueron perpetrados contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en 1945.

Al respecto, Halpin concluye que antes de iniciar las acciones dirigidas contra Pyongyang hay que analizar minuciosamente cuál sería el riesgo de la guerra y hasta qué punto este sería justificado. No por gusto Halpin mencionó al Armagedón en el titular de su artículo.

El 9 de abril, Washington dirigió hacia las costas de la península de Corea un grupo aeronaval de la Armada de EEUU. Este equipo lo completa el portaviones Carl Vinson, un crucero con misiles balísticos guiados.

 

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