Aviones de la Armada de Rusia realizan un simulacro de bombardeo en el enclave ruso de Kaliningrado, en una altitud de 200 metros a dos Kilómetros.
Según ha informado este viernes la oficina de prensa de la Flota del Báltico de Rusia en un comunicado, los pilotos de los cazas multiusos Su-30SM y los bombarderos de primera línea Su-24 de la aviación naval de la Flota practicaron bombardeos aéreos a objetivos terrestres en un campo de entrenamiento en la región de Kaliningrado.
“Durante los entrenamientos de combate, las tripulaciones, de unos diez cazas y bombarderos avanzados, realizaron ataques de precisión con bomba contra los centros de comando, la mano de obra y el equipo militar de un enemigo simulado”, se lee en el texto.
El documento ha señalado que las operaciones de entrenamiento de los pilotos de los aviones Su-30SM y Su-24 fueron monitoreadas por equipos de registro de datos en los aviones de combate y también en tierra en el área de empleo de combate.
El análisis de los datos obtenidos por los registradores mostró que todos los objetivos habían sido eliminados al 100 %, ha agregado.
Los avances de Rusia en defensa, como la puesta en servicio del sistema intercontinental Avangard, el despliegue de nuevas armas basadas en láser, Peresvet, entre otros, son, según oficiales del Ejército ruso, una respuesta a la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el despliegue de armas estadounidenses en los países bálticos, cerca de las fronteras de Rusia.
Este último simulacro de las capacidades militares de Rusia se realiza un día después de que Estados Unidos anunciara un eventual envío de militares estadounidenses a Ucrania, prometiéndose que no dejaría sola a Ucrania en la escalada de las tensiones con Rusia.
Moscú, a su vez, ha advertido a Washington y sus aliados que si envían tropas a Ucrania y aumentan las tensiones, se vería obligado a tomar medidas que “hagan falta” para garantizar su seguridad. (Agencias)