Revelan los detalles del plan antiiraní de Israel

El ministro de Inteligencia de Israel, Yisrael Katz, propuso a la Administración Trump un plan de cinco puntos destinado a obligar a Irán y todas las fuerzas proiraníes a retirarse de Siria.

«No es ningún secreto que, para Irán, Israel es el segundo enemigo oficial después de EEUU. Por cierto, el país persa es el único Estado del mundo que no reconoce la posibilidad de existencia del Estado israelí. Naturalmente, Tel Aviv está preocupado por la creciente actividad militar y política de Irán en Oriente Próximo y, sobre todo, en Siria», comentó a Sputnik el politólogo Vladímir Sazhin.

En este contexto, durante su visita a Washington, Yisrael Katz propuso a la Administración de EEUU desarrollar un documento conjunto sobre las acciones de los dos aliados con el fin de obligar a Irán a retirarse de Siria. Según el ministro, el programa debe incluir cinco puntos:

-El reconocimiento de la soberanía de Israel en los Altos del Golán por parte de Estados Unidos.

-El rechazo fundamental de la presencia permanente de Irán en Siria.

-La imposición de sanciones contra Irán con el fin de que el régimen de Teherán cese el apoyo militar y financiero a Hizbulá y otras organizaciones terroristas en la región.

-El endurecimiento de las sanciones contra Hizbulá.

-Los esfuerzos conjuntos de EEUU e Israel para detener los intentos iraníes de expandirse a Irak y Siria hasta la frontera del Líbano. Es decir, la destrucción del ‘arco chií’ desde Irán hasta el Líbano que está creando el país persa.

Cabe destacar que los países árabes, incluyendo las monarquías del golfo Pérsico, además de Egipto y Jordania, aceptan apoyar este proyecto. En el contexto de la situación, cuando Irán —su oponente militar y político— se fortalece en Siria en las afueras del Golán, estos países están dispuestos a hacer la vista gorda sobre la necesidad de devolver ese territorio de conformidad con la frontera oriental de Israel antes de 1967.

Además, el ministro Katz propuso un proyecto —con mapas de rutas y presupuesto— para la construcción del ferrocarril desde los puertos saudíes del Golfo a través del territorio de Jordania hasta la costa mediterránea de Israel. Esta línea férrea reduciría la ruta del flujo de cargas unas 10 veces en comparación con la ruta marítima a través del canal de Suez, lo que también disminuiría en 10 veces el costo del transporte.

Este seductor proyecto encaja en el concepto de la unión de todos los oponentes de Teherán y crea la base económica de la alianza informal de los poderes antiiraníes.

La iniciativa de Katz parece representar una base ideológica y un programa de acción para formar una alianza antiiraní, de la que se ha hablado tanto hace algún tiempo. Se trata del bloque político-militar con la participación de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Jordania, con vistas a la adhesión de otros países.

Israel, al igual que EEUU, no serían formalmente sus miembros, pero brindarán apoyo de inteligencia, organización y asistencia técnico-militar. El objetivo principal de la alianza sería contener a Irán.

De esta manera, el país hebreo está tratando de debilitar la posición de Irán, su enemigo militar y político, y pide apoyo a la Administración Trump.

Sin embargo, hoy en Oriente Próximo no todo depende de Israel, ni siquiera de Estados Unidos. Rusia desempeña un papel importante y fundamental en esta región. En el futuro quedará claro si sus intereses coinciden con las nuevas tendencias en torno a Siria e Irán.

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