Vladimir Putin alerta contra cualquier complot para hacerse con partes del territorio de Rusia y promete dar una respuesta contundente a eventuales agresores.
Durante una reunión telemática del Comité Victoria, organismo gubernamental, celebrada este jueves, el mandatario ruso, Vladimir Putin, ha rechazado los comentarios relativos a que las riquezas naturales de Siberia—una ciudad en el este de la Federación Rusa— no solo deben pertenecer a los habitantes del país euroasiático, sin dar más detalles a quién se dirigía.
“Todos quieren darnos un mordisco en alguna parte o arrancarnos a mordiscos una parte de nuestro territorio. A esos les digo que les romperemos los dientes para que no puedan morder”, ha amenazado Putin.
En este contexto, ha resaltado el poder militar del país para defenderse ante cualquier agresión, relevando que Rusia cuenta con las fuerzas de disuasión nuclear más modernas en el mundo.
“Tenemos las más modernas fuerzas de disuasión nuclear y puedo afirmarlo con toda seguridad. Por ejemplo, hemos desarrollado un armamento estratégico de nuevo tipo, el bloque planeador Avangard con alcance intercontinental y velocidad hipersónica. Pues nadie más tiene ese tipo de armamento”, ha manifestado.
También, el presidente ruso ha indicado que Rusia ha logrado producir nuevos aviones de combate, buques de guerra y submarinos que no tienen análogos en el mundo, lo que refuerza las filas del Ejército y otorga garantías de que nadie intentará hacerse con parte del territorio nacional.
No obstante, Putin ha remarcado que Moscú, con su avance militar, no representa ningún peligro para otros países, incluso ha subrayado que Rusia no invierte grandes cantidades de su presupuesto público en el sector de defensa.
De hecho, el Kremlin ha trazado una hoja de ruta frente a las amenazas de las que es objeto desde el extranjero, especialmente desde 2014, cuando la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) empezó a aumentar su presencia militar en Europa, en concreto en los países del Este que comparten frontera con Rusia, con el pretexto de una supuesta interferencia rusa en el conflicto interno de Ucrania.