Pistolero que mató 26 personas en Texas había sido expulsado de la Fuerza Aérea

NEW BRAUNFELS, Texas, EE.UU. El hombre que entró a tiros en una iglesia en Texas había sido dado de baja de Fuerza Aérea por acusaciones de haber agredido a su esposa e hijo, informó una portavoz de esa rama armada.

Devin Kelley estuvo encarcelado 12 meses tras un juicio militar en el 2012. Fue dado de baja por mala conducta y se le rebajó de rango, dijo la vocera Ann Stefanek.

Añadió que Kelley trabajó en el departamento de logística en la Base Aérea Holloman en Nuevo México, desde el 2010 hasta que fue destituido en el 2014. En ese puesto estuvo a cargo del transporte de pasajeros, carga y propiedad privada en vías de transporte militar.

Las autoridades no dijeron su nombre en una conferencia de prensa sobre el suceso, y sólo dijeron que se trataba de un hombre de raza blanca de unos veintitantos años.

Pero fuentes oficiales identificaron a Kelley como la persona que entró a tiros el domingo en la iglesia First Baptist Church de Sutherland Springs, Texas. Dejó 26 muertos y 20 heridos.

Una fuente oficial que pidió no ser identificada dijo a la AP que Kelley vivía en un suburbio de San Antonio y a que todas luces no tenía nada que ver con grupos terroristas. Los funcionarios informaron que estaban escudriñando las redes sociales del individuo, incluyendo un mensaje en que al parecer esgrime un fusil semiautomático tipo AR-15.

Según registros oficiales en internet, la dirección de la casa de Kelley está en New Braunfels, Texas, en las afueras de San Antonio a unos 56 kilómetros (35 millas) de Sutherland Springs.

Iglesia era corazón de la comunidad en Texas

SUTHERLAND SPRINGS, Texas, EE.UU. Es una pequeña iglesia de paredes blancas ubicada en un humilde pueblo rural de Texas, y los feligreses la exhiben con orgullo como el corazón de su comunidad. Pero fue allí donde un hombre armado entró a balazos, matando a por lo menos 26 personas e hiriendo a unas 20.

El pastor Frank Pomeroy solía subir sus sermones a Youtube, y el último fue hace una semana, uno en que trataba de explicar que hay que respetar la voluntad de Dios. Su hija fue una de las víctimas del tiroteo el domingo.

El lunes la iglesia First Baptist Church en Sutherland Springs, Texas, estaba rodeada de policías y detectives, locales y federales.

Regina Rodríguez se acercó al perímetro policial unas horas después de la tragedia y se abrazó con una vecina.

Su padre, Richard Rodríguez, de 51 años, asiste a la iglesia “todos los domingos”, afirmó la mujer. Hasta ahora no ha podido encontrar a su padre.

La mujer teme que ha ocurrido lo peor. “Creo que acabo de perder a mi padre”.

Nick Uhlig, de 34 años, es miembro de la congregación, pero este domingo no fue a la iglesia. Su prima Crystal Holcombe y los suegros de ella, Karla y Bryan Holcombe, estaban entre los fallecidos. Crystal Holcombe tenía ocho meses de embarazo.

“Alguien simplemente entró y empezó a disparar”, expresó, cabizbajo mientras fumaba un cigarrillo.

Henry Cuellar, un legislador demócrata local, dijo en un comunicado que en la estación de bomberos cercana realizó numerosos mítines de recaudación de fondos y “básicamente todos los residentes de la zona venían a apoyar a los voluntarios”.

“Los vecinos de Sutherland Springs son un ejemplo tan bueno como cualquiera del buen carácter de los tejanos, del buen carácter de los estadounidenses”, afirmó Cuellar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

16 − uno =