Estados Unidos informó la semana pasada una caída del 23% en los nuevos casos de COVID-19 y una caída del 16% en la cantidad de personas hospitalizadas con el virus, y ambas cifras disminuyeron por quinta semana consecutiva.
Sin embargo, el progreso contra el virus se ve amenazado por varias variantes nuevas, dijeron los expertos, y agregaron que las máscaras faciales y las medidas de distanciamiento social aún eran muy necesarias.
Alrededor del 4% de los casos en el país están relacionados con una variante más contagiosa detectada por primera vez en el Reino Unido, según la Dra. Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
«Tenemos proyecciones de que podría ser la cepa dominante para fines de marzo», dijo el domingo a «Face the Nation» de CBS.
El país registró más de 639.000 nuevos casos de COVID-19 en la semana que terminó el 14 de febrero, según un análisis de Reuters de informes estatales y del condado. En comparación con la semana anterior, los casos nuevos aumentaron solo en tres de los 50 estados: Alaska, Nebraska y Dakota del Sur.
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Las muertes cayeron por segunda semana consecutiva, un 1.8% la semana pasada a 21.787. Excluyendo una acumulación de muertes reportadas por Ohio, las muertes disminuyeron un 15% la semana pasada. En conjunto, casi 486.000 personas han muerto por el virus en los Estados Unidos, o una de cada 673 residentes.
El número promedio de pacientes con COVID-19 en los hospitales de EE. UU. Cayó a 74,000 la semana pasada, el más bajo desde mediados de noviembre, según un análisis de Reuters de datos del Proyecto de Seguimiento de COVID dirigido por voluntarios.
A nivel nacional, el 5,7% de las pruebas de COVID-19 dieron positivo para el virus, el nivel más bajo desde la semana que finalizó el 25 de octubre, según datos del Proyecto de seguimiento de COVID.
(Reuters)