¿Qué mensaje envía China al desplazar sus maniobras al mar Amarillo?

China ha desplazado el foco de sus maniobras navales desde el mar de China Meridional al noreste del mar Amarillo, en medio de las tensiones que se cierran sobre la crisis nuclear en la península de Corea, escribe South China Morning Post.

«Las tensiones en el mar de China Meridional ha disminuido a medida que las relaciones entre China y Filipinas han mejorado», indicó el experto en temas militares Ni Lexiong, citado por el medio.

El experto agregó que Manila está buscando una mayor cooperación económica con Pekín.

A mediados de agosto, el ministro de Exteriores de Filipinas, Alan Peter Cayetano, anunció que Pekín había asegurado a Manila que no ocuparía ningún nuevo territorio en el mar de China Meridional bajo el recién acuerdo de ‘statu quo’.

De acuerdo con Ni, la zona noreste está en peligro después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, dijera con respecto a Corea del Norte que el Ejército estadounidense «está listo para el combate».

El experto profundizó que en el caso de que Washington ataque Pyongyang, Pekín «se enfrentará a un dilema», ya que en 1961 China y Corea del Norte firmaron el Tratado de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua, en virtud del cual el gigante asiático prometió apoyar a su vecino norteño si este es atacado.

A principios de agosto, la Marina de China llevó a cabo una serie de ejercicios militares de cuatro días cerca de la península coreana, con la participación de buques de guerra y submarinos, además de los marines y las tropas terrestres. De acuerdo con los medios locales, estos ejercicios de fuego real fueron los más grandes jamás organizados en la zona. Además, en el marco de las maniobras, fueron utilizados docenas de diferentes tipos de misiles.

Además, en víspera de las celebraciones dedicadas al 90 aniversario de la fundación del Ejército Popular de Liberación, China realizó unas maniobras de tres días en el mar Amarillo, también muy cerca de la península de Corea.

El experto naval Li Jie explicó que el cambio de enfoque de los ejercicios militares —del mar de China Meridional al mar Amarillo— fue la respuesta de Pekín a la serie de maniobras conjuntas de EEUU, Japón y Corea del Sur que comenzaron en 2013.

«China quiere mostrar su poder naval a EEUU, Japón y Corea del Sur, y está advirtiéndoles de que no muestren oposición a Corea del Norte poniendo en escena tantos ejercicios conjuntos», profundizó Li.

Las maniobras conjuntas de EEUU, Japón y Corea del Sur se han hecho más frecuentes en respuesta a los acelerados lanzamientos de misiles por parte de Pyongyang y desde que el presidente surcoreano, Moon Jae-in, llegara al poder en mayo de 2017.

Aunque Donald Trump alabó a Pyongyang por su decisión de detener el lanzamiento de misiles cerca de Guam, los militares estadounidenses y surcoreanos indicaron que continuarían con ejercicios a gran escala en mar, tierra y aire a finales de agosto.

Al mismo tiempo, es poco probable que «Pekín permita que tales movimientos militares sigan sin ser desafiados», apuntó Li.

«China quiere recordar a EEUU, Japón y Corea del Sur que no se entrenen cerca de China y  Corea del Norte y no violen el acuerdo de tregua de la guerra de Corea», sostuvo el experto.

 

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