Prevén tensiones por controversial selección de embajador de EE.UU. en Israel

Se trata de un abogado experto en asuntos de bancarrotas, hijo de un rabino ortodoxo. Es partidario de políticas totalmente contrarias a las del presidente saliente Barack Obama: apoya los asentamientos judíos, se opone a la independencia palestina, férreo defensor del gobierno de Israel. Es tan derechista que muchos judíos, partidarios de Israel, temen que empujará al primer ministro Benjamin Netanyahu más hacia la derecha, frustrando todo intento de llegar a una paz con los palestinos.

El acalorado debate en torno a la selección de Friedman surge justo cuando las tensiones entre Estados Unidos e Israel vuelven a crisparse.

En una sorprendente decisión el viernes, el gobierno de Obama permitió que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una resolución que condena los asentamientos judíos en Cisjordania. Fue un abrupto cambio con respecto a la política estadounidense tradicional de proteger de ese tipo de declaraciones, y suscitó condenas de Israel, de ambos partidos estadounidenses y particularmente, del mismo Trump.

“Las cosas van a cambiar después del 20 de enero”, tuiteó Trump en referencia a la fecha de su juramentación.

Presidentes estadounidenses de ambos partidos tradicionalmente han estado a favor de que haya dos estados: uno judío y uno palestino, y Netanyahu ha dicho que coincide con eso. Friedman, que debe ser confirmado por el Senado, no coincide. Ha calificado la idea de dos estados como “una narrativa” que debe cesar.

Con Obama, Estados Unidos ha trabajado de cerca con J Street, un grupo judío pero crítico con Netanyahu. Friedman acusa a Obama de “antisemitismo descarado” y considera a J Street “peor que kapos”, en referencia a los judíos que colaboraron con los nazis durante el Holocausto.

Durante décadas, Estados Unidos se ha opuesto a la construcción de asentamientos israelíes en zonas que Israel capturó en la guerra de 1967. Friedman encabeza una organización sin fines de lucro que recauda millones de dólares para Beit El, un asentamiento de nacionalistas religiosos cerca de Ramalá. Beit El tiene un sitio de noticias de extrema derecha y una yeshiva cuyo decano ha exhortado de forma provocadora a los soldados israelíes a negarse a aceptar órdenes para sacar a los colonos de sus casas.

Por eso no sorprende que la nominación de Friedman ya haya afilado una creciente división de judíos estadounidenses, entre aquellos que quieren que Estados Unidos lleve a Israel hacia la paz y aquellos que piensan que el enfoque de Obama abandonó a su aliado más cercano.

Hay un debate incluso en Temple Hillel, cerca de la frontera entre Long Island y Queens, donde el padre de Friedman fue rabino casi medio siglo.

“Obviamente hay gente en la sinagoga que está de acuerdo con David y otros que no están de acuerdo”, dijo Ken Fink, presidente de la sinagoga. “Pero sí hay mucho orgullo por el chico que creció aquí”.

El hijo del rabí llegó a ser el abogado de bancarrotas de Trump y es partidario de las políticas de extrema derecha para Israel. Ahora ha sido elegido como embajador en Israel, a pesar de no tener experiencia diplomática.

La muerte del rabino de alguna forma unió más a Friedman y Trump. Durante años, Friedman ha contado a sus amistades la historia de cómo el multimillonario empresario desafío una tremenda tormenta invernal para acompañarlo en el período de luto.

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Contribuyeron a este despacho los periodistas de la AP Josef Federman y Daniel Estrin en Jerusalén y Tia Goldenberg en Beit El, Margen Occidental.

Por JOSH LEDERMAN, Associated Press

 

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