Ha bombardeado la zona oriental de la Franja de Gaza, en medio del aumento de las tensiones en Cisjordania ocupada.
Las fuerzas de guerra israelíes (IDF, por sus siglas en inglés) vuelven a atacar la asediada Franja de Gaza, mientras la tensión entre palestinos e israelíes se acrecenta debido a la decisión del régimen de Tel Aviv de aplicar medidas restrictivas al acceso de los palestinos a la Explanada de las Mezquitas, que incluye la Mezquita Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca.
Esta vez, la artillería israelí atacó —la noche del domingo— posiciones del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS). Al respecto, las autoridades del régimen de Tel-Aviv consideraron el ataque como un acto de represalia por el lanzamiento de un misil contra colonos en Ashkelon, ubicado en sur de territorios ocupados palestinos.
El ataque ocurrió después de que los grupos armados de la Resistencia palestina en la Franja de Gaza amenazaran al régimen de Tel Aviv con responder con “puño de hierro”, si sigue con sus provocaciones en la Mezquita Al-Aqsa.
Tras este ataque, el régimen de Tel Aviv detuvo a 29 miembros de HAMAS, entre ellos altos funcionarios del movimiento, en la ocupada Cisjordania.
Asimismo, el servicio de seguridad interna israelí Shin Bet indicó a través de un comunicado que “la ola de detenciones, que incluyó a varias figuras de HAMAS, forma parte de los esfuerzos preventivos del servicio de seguridad” relacionados con la tensión provocada por los acontecimientos en la Explanada de las Mezquitas y los disturbios en la zona, que ha dejado al menos cinco palestinos muertos en Al-Quds (Jerusalén) y centenares de heridos.
Los palestinos protestan contra los detectores de metales colocados por Israel en algunos de los accesos de la Mezquita Al-Aqsa, medida tomada luego de que el pasado 14 de julio tres palestinos murieron en un ataque contra dos policías israelíes, tras el cual las fuerzas israelíes cerraron por 48 horas la Explanada de las Mezquitas.
Para los palestinos, quienes rechazan someterse a los controles de seguridad israelíes, no es sólo un arco electrónico de seguridad, sino un símbolo “humillante” del control israelí iniciado con la ocupación de Cisjordania y Al-Quds desde 1967 y una violación del sensible statu quo en el tercer lugar más sagrado para el Islam.