Según informes de fuentes de inteligencia occidentales, en el ataque aéreo israelí contra el Centro de Estudios e Investigaciones Científicas en la ciudad siria de Masyaf, el sábado 13 de abril, habían muerto y habían resultado heridos, oficiales militares iraníes y sirios.
Entre ellos se encontraban científicos de misiles de Bielorrusia y Corea del Norte que trabajaban en diferentes departamentos del gran complejo industrial fuera de Masyaf, en el oeste de Siria. Esas fuentes revelan que, si bien Israel habia atacado el complejo antes, esta vez el ataque fue masivo y, a diferencia de antes, destruyó la mayoría de sus instalaciones.
Especialmente el bombardeo estuvo dirigido contra las secciones que trabajan en la mejora de los misiles de superficie de Siria y Hezbolá, la producción de combustible sólido para esos misiles y los departamentos que se centran en instalar nuevos instrumentos de guía para mejorar su precisión.
Los ingenieros norcoreanos estaban trabajando en la producción de combustible sólido, mientras que los bielorrusos estaban a sueldo de la Organización de Industrias Tecnológicas de Siria. Detrás del elegante título hay una organización que se especializa en romper el bloqueo de la ONU y los Estados Unidos contra el empleo de personal experto en la producción militar de Siria y la venta de equipos militares al régimen de Assad.
La mayoría de los bielorrusos que trabajan en Masyaf fueron provistos por el servicio de Belvnesh, cuyos lazos militares con Damasco se remontan a años atrás. El 27 de febrero, Israel atacó los centros de comando y las tiendas de armas de Irán, recientemente establecidos, en Alepo. Mientras que los bielorrusos estaban a sueldo de la Organización de Industrias Tecnológicas de Siria.
Detrás del elegante título hay una organización que se especializa en romper el bloqueo de la ONU y los Estados Unidos contra el empleo de personal experto en la producción militar de Siria y la venta de equipos militares al régimen de Assad.
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