GINEBRA— Expertos de la ONU en materia de derechos humanos instaron a efectuar una investigación internacional independiente del asesinato por parte de Israel de 18 palestinos participantes de unas protestas en la frontera de Franja de Gaza, dice una declaración emitida por la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos.
Al pie del documento pusieron sus firmas la relatora especial de la ONU sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Agnes Callamard; la relatora especial sobre el derecho a tener una vivienda adecuada, Lleylyane Fara; el relator especial sobre la promoción y protección de derecho a la libertad de opinión y de expresión, David Kaye y el relator especial sobre la situación de derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967, Michael Link.
Según datos de la ONU, al menos 16 palestinos murieron y 1.400 sufrieron heridas debido al uso de armas de fuego y gas lacrimógeno por los militares israelíes, en respuesta a las protestas que comenzaron en la Franja de Gaza el 30 de marzo.
«Las reglas básicas del uso de las armas de fuego por los agentes del orden público exigen abstenerse de utilizar la fuerza letal contra los participantes de las protestas, excepto en casos en que se vean obligados a defender sus vidas», recordaron los expertos, agregando que «no hubo testimonios de que existiese amenaza para las vidas de los policías bien armados».
También afirmaron que Israel menospreció las exigencias de la comunidad internacional de investigar lo sucedido y castigar a los culpables, así como subrayaron que el asesinato premeditado y la provocación de heridas graves a las personas que se encuentran bajo protección internacional puede calificarse como una seria violación del Convenio de Ginebra sobre la Protección de los Civiles en Tiempo de Guerra.
Los expertos recordaron que las protestas pacíficas son un método legítimo de expresión de la opinión y del derecho a la reunión e indicaron que Israel está obligado a proteger y respetar los derechos de los palestinos residentes en la Franja de Gaza ocupada.
Las tropas israelíes fortalecieron su presencia a lo largo de la frontera de este enclave, donde la semana pasada comenzó la llamada Gran Marcha del Retorno, en la que participan miles de palestinos.
Para este viernes, 6 de abril, están previstas nuevas actividades masivas, los militares israelíes advirtieron que volverán a abrir fuego si surge la amenaza de irrupción.
La portavoz de la entidad en Ginebra, Liz Throssell, por su parte, declaró que la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos está altamente preocupada por el posible aumento de la violencia en la Franja de Gaza durante las manifestaciones de este 6 de abril tras las numerosas muertes ocurridas la semana pasada.
«Tomando en cuenta el lamentable asesinato de 16 personas y las heridas causadas a más de 1.000 durante las protestas en Gaza, ante todo el 30 de marzo, estamos altamente preocupados ante una violencia futura, que puede desencadenarse durante las manifestaciones de hoy y las de las semanas próximas», dijo Throssell durante una rueda de prensa.
La portavoz indicó que el alto número de víctimas, el hecho de que los manifestantes no estaban armados, en muchos casos huían y no representaban un serio peligro para los representantes de los organismos de seguridad, así como las «declaraciones abominables» de Israel, ponen en evidencia que las medidas de represión aplicadas fueron excesivas.
Según Throssell, la legislación internacional en la esfera de los derechos humanos indica que las armas de fuego pueden usarse solo en situaciones extremas, en respuesta a una clara amenaza de muerte o al recibir una herida de gravedad.
El intento de los participantes de la protesta de acercase a la frontera, según la funcionaria de la ONU, no representó una amenaza para la vida de los militares israelíes, quienes podían haber utilizado sus armas contra los manifestantes solo en caso de que apareciera esa amenaza.
Throssell recordó a Israel que sus obligaciones consisten en «hacer todo lo imprescindible para que no sea aplicada una fuerza desmedida contra los manifestantes», sobre todo en el contexto de una ocupación militar, como ocurre en el caso de la Franja de Gaza.
«El uso injustificado e ilegal de armas de fuego por las fuerzas de seguridad, que provocó como consecuencia la muerte de personas, puede catalogarse como homicidio premeditado, lo que representa una seria violación del IV Convenio de la ONU», subrayó la portavoz.
La portavoz agregó que la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los DDHH apoya la propuesta del secretario general de Naciones Unidas de realizar una investigación independiente y transparente de todas las muertes ocurridas y las heridas que fueron ocasionadas en la frontera con Gaza, castigando a los culpables.
Throssell subrayó que el organismo de la ONU llama a ambas partes del conflicto a evitar medidas y pasos que puedan provocar nuevas víctimas.
Los palestinos iniciaron el 31 de marzo la Gran Marcha del Retorno, que comprende una serie de manifestaciones que deberán realizarse hasta mediados de mayo.
El acto de la semana pasada buscaba reivindicar el derecho de los palestinos refugiados en distintas partes del mundo a volver a su tierra.
(Sputnik)