El incidente en el mar de China Oriental, ¿un peligroso juego de EEUU contra Rusia? (video)

El crucero estadounidense Chancellorsville se acercó inesperadamente al buque antisubmarino ruso Almirante Vinogradov a una distancia de 50 metros. Como resultado, el buque ruso tuvo que maniobrar para evitar la posible colisión. ¿Quién es el culpable de esta situación?

Aunque el portavoz de la 7ª Flota, Clayton Doss, declaró que la navegación del buque ruso fue «insegura y no profesional», el vídeo publicado por la propia Armada de EEUU demuestra lo contrario.

El Almirante Vinogradov iba a estribor del Chancellorsville. Por ello, era el buque estadounidense el que tenía que dejar pasar a Almirante Vinogradov. El almirante ruso y excomandante de la Flota del mar Negro de Rusia Vladímir Komoedov explicó al periódico ruso Vzglyad que las naves suelen cambiar sus trayectorias a una distancia de 3,7 kilómetros.

«Aquí funciona la regla: ‘protege a tu estribor’, es decir si un obstáculo se encuentra a tu estribor hay que ceder el paso o cambiar el rumbo o detenerse y no cruzar la trayectoria del otro barco», explicó.

Komoedov opina que la publicación del vídeo del incidente podría representar una bruta jugada política del Pentágono.

«Es una señal que dice que los estadounidenses van a aproximarse no solo a los aviones rusos, sino que harán las mismas maniobras en el mar. Además, su peligrosa acción significa que se creen dueños del cielo y del océano», aseveró.

En estas circunstancias se plantea una evidente pregunta, ¿para qué un buque militar se acercó a otro a una distancia tan pequeña en mar abierto?

«El famoso capitán británico Richard Cahill dijo una vez: ‘Ningún marinero sensato se aproximaría a un buque si hay espacio suficiente en el agua'», recordó el presidente de Asociación de Capitanes de Lejano Oriente, Piotr Osichanskiy. Según Osichanskiy, la aproximación a una distancia de 50 metros es peligrosa y podría señalar una «despreocupación de los tripulantes o una provocación».

A su vez, el capitán ruso Mijaíl Nenashev considera que la tripulación del buque estadounidense se comportó de una manera descarada al crear esta peligrosa situación.

«Es un intento de su capitán y tripulación de enseñar su supremacía en el mar. El comandante del barco ruso no cometió ninguna infracción», destacó Nenashev.

Sputnik

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