Dirigente opositor venezolano da por muerta la Mesa de Unidad Democrática

Algunos miembros de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) aceptan el final de la eficacia de la coalición opositora para rivalizar con el Gobierno de Venezuela.

En una entrevista concedida a la emisora Unión Radio, el diputado a la Asamblea Nacional por el partido opositor Alianza Bravo Pueblo (ABP) Richard Blanco ha sostenido este miércoles que la MUD “ha fallecido”, por lo que, junto a Vente Venezuela, decidió crear una nueva facción dentro de la Asamblea Nacional (AN).

La MUD “ha fallecido y lo digo con tristeza”, ha dicho Blanco después de que el martes se anunciara la creación de una nueva facción parlamentaria.

El dirigente opositor ha explicado que esta nueva facción, llamada “16 de julio”, no está dispuesta a dialogar con “otros opositores que no digan las cosas tal cuales son”.

La MUD ha fallecido y lo digo con tristeza”, afirma el diputado a la Asamblea Nacional por el partido opositor Alianza Bravo Pueblo (ABP) Richard Blanco.

La oposición venezolana vive un proceso de división interna y desmotivación, tanto para volver a protestar como para apoyar a sus líderes, según analistas.

Asimismo, ha indicado que la coalición opositora lleva ocho meses sin reunirse con todos los factores que la integran, por lo que rechazó que el nuevo grupo político que él promueve sea acusado de atizar, todavía más, la división en el seno de la oposición.

Por su parte, Henry Ramos Allup, el líder de Acción Democrática (AC), un partido muy cuestionado por sus colegas de la MUD porque sus gobernadores electos tomaron posesión ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), en contra de las directrices de la cúpula opositora, ha apelado a superar esta división “innegable” para hacer un frente común contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Ramos Allup ya denunció, en medio de la polémica por los cuatro gobernadores díscolos, que la coalición opositora estaba siendo víctima de partidos y dirigentes que buscan avanzar en sus agendas personales a costa de la propia agenda venezolana.

La semana pasada, otros dos diputados opositores, José Gregorio Aparicio y Romer Gusamana, anunciaron que dejaban la MUD por las “intrigas y peleas internas”, pero reclamaron «un proceso de reingeniería» en el seno de la agrupación.

La coalición opositora ya se sometió a una profunda revisión a principios de año, sin embargo, no ha conseguido levantar cabeza, lo que hace temer a sus aliados en la comunidad internacional que la cita con las urnas presidenciales del próximo año llegue sin una alternativa real a Maduro.

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