Desnudan el método de Israel para obtener el respeto de Rusia: bombardear Siria

Recientemente, Israel volvió a bombardear a las fuerzas sirias. Su aviación puso fuera de funcionamiento una batería de sistemas S-200 desplegados a unos 50 kilómetros de Damasco.

Los singulares bombardeos de la aviación israelí no pueden ayudar a los terroristas, opina el periodista ruso Rostislav Íschenko en su artículo para Sputnik.

La oposición moderada ya está negociando en Astaná la regulación de la postguerra en Siria. Al mismo tiempo, las fuerzas gubernamentales persiguen agrupaciones vinculadas con los extremistas hasta la provincia de Idlib para acabar con ellos de una vez y para siempre sin distraer sus fuerzas y lanzarlas en decenas de frentes diferentes.

«Las autoridades israelíes han demostrado un codiciable practicismo durante decenas de años. Ni un shekel —la moneda israelí— se ha gastado en vano. No importa si Israel bombardea a su vecino o devuelve los territorios a cambio de paz, todos sus métodos tienen que servir para consolidar su seguridad», recalca.

El columnista opina que en un año y medio el país hebreo tendrá cerca de sus fronteras a un Ejército sirio muy fuerte, rearmado por Rusia e Irán, cuyos soldados para ese momento derrotarán a los islamistas y ganarán la guerra. Estas tropas no solo van a querer devolver los Altos del Golán, que fueron ocupados por Israel en 1967, sino también van a estar muy enfadadas por el apoyo que el país hebreo brindó a los terroristas.

Hasta el último momento, las Fuerzas Armadas sirias involucradas en la guerra no han podido contestar a la limitada agresión de Israel para no provocar una incursión israelí a gran escala.

«No obstante, la situación empeora cada vez más para el país hebreo. Irán será uno de los principales beneficiarios de la victoria de Asad, país que no oculta su deseo de aniquilar a Israel».

Principalmente, los bombardeos y su agresión contra Damasco deberían haberle permitido a Israel participar en el reparto de trofeos sirios. Sin embargo, después de que en 2015 Rusia se involucrara en la guerra, quedó claro que no habrá victoria y no habrá nada que repartir en Siria.

Entonces ¿por qué Israel sigue dedicándose a un asunto que a primera vista parece absurdo?

Es evidente que en Israel han decidido que la situación no empeore aún más, pero el objetivo de sus bombardeos es diferente. Su tarea es lograr que el país hebreo se convierta en un participante de pleno valor en la regulación de la postguerra en Siria.»Las autoridades israelíes necesitan que su voz suene más alta y sus intereses se tomen en cuenta durante el proceso de determinación de la nueva configuración de Oriente Medio. Así, Israel demuestra su necesidad. ¿Pero para quién? Para el país que es el principal aliado de Asad, para Rusia».

Según el periodista, precisamente Moscú es capaz de poner a Israel ante la mesa de negociaciones en Astaná en calidad de miembro de pleno valor. Es la razón por la que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha viajado tan frecuentemente a Rusia en lo que va de año.

Para conseguir su objetivo, las autoridades israelíes tienen que interesar a Rusia, pero estas no tienen nada que sea interesante para Moscú, opina el columnista.De acuerdo con Íschenko, Rusia no piensa molestar a Irán promoviendo los intereses israelíes. Las relaciones del país hebreo con Turquía no están en las mejores condiciones. EEUU, su principal aliado, no puede defender ni sus propios intereses en la región.

«De esta manera, los bombardeos israelíes son nada más que una herramienta para el negocio. Los soldados hebreos están creando una cosa que los políticos israelíes podrán cambiar por su participación en el proceso de paz en Siria», enfatiza Íschenko.

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