SEÚL/NUEVA YORK (Reuters) – Corea del Norte dijo el viernes que podría probar una bomba de hidrógeno en el Océano Pacífico y su líder, Kim Jong Un, prometió que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pagará caro por sus amenazas después de que advirtiera que podría destruir a Pyongyang.
Kim no especificó qué acción tomaría contra EEUU o Trump, con quien ha intercambiado insultos en las últimas semanas. Corea del Sur dijo que esta fue la primera declaración directa de ese tipo por parte de un líder norcoreano.
Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Kim, Ri Yong Ho, dijo en declaraciones televisadas que Corea del Norte podría considerar la prueba de una bomba de hidrógeno de una escala sin precedentes sobre el Océano Pacífico.
Ri, que estaba hablando con periodistas en Nueva York antes de un discurso programado más tarde esta semana, también dijo que desconoce las ideas exactas de Kim.
Japón, el único país que ha sufrido un ataque atómico, describió la amenaza como “totalmente inaceptable”.
Trump dijo en su primer discurso ante Naciones Unidas el martes que se vería obligado a “destruir totalmente” a Corea del Norte a menos que detenga su programa de armas nucleares, y se burló de Kim al decir que es un hombre en una misión suicida.
Kim dijo que su país consideraría el “nivel más alto de contramedidas en la historia” contra EEUU y que los comentarios de Trump habían confirmado que su propio programa nuclear era “el camino correcto”.
Pyongyang llevó a cabo su sexto y más poderoso ensayo atómico el 3 de septiembre y ha lanzado decenas de cohetes este año, mientras acelera un programa con el que busca misil nuclear que pueda alcanzar a EEUU.
“De manera segura y definitiva domesticaré con fuego al estadounidense mentalmente trastornado”, dijo Kim en el comunicado difundido por la agencia estatal KCNA.