China ve injerencia extranjera en las protestas en Hong Kong

El principal organismo de Pekín para los asuntos de Hong Kong afirmó que las protestas en esta región administrativa especial son apoyadas por «fuerzas extranjeras». 

Muchos son conscientes de que las protestas ya no son por el proyecto de ley de extradición, sino que apuntan contra el Gobierno de Hong Kong y cuenta con el apoyo de fuerzas extranjeras que quieren desestabilizarlo, dijo el portavoz de la Oficina para los Asuntos de Hong Kong y Macao del Consejo de Estado de China, Yang Guang, citado por el diario South China Morning Post.

Al intervenir en una rueda de prensa, la cuarta en menos de dos meses, Yang señaló que los manifestantes buscan separar a Hong Kong de China y dar al traste con la política de «un país, dos sistemas». Ahora es un momento crucial, según él, para defender ese principio.

«Si aman a Hong Kong, deben decir ‘no’ a todas las acciones que amenazan a la ciudad», insistió.

Sobre la reacción de los gobiernos extranjeros a las protestas, Yang dijo que «primero, tergiversan en blanco y negro».

«Siempre que ven a la policía, dicen que sus acciones son equivocadas y excesivas. Y cada vez que ven a los manifestantes, simpatizan con ellos», aclaró.

Y agregó que «en segundo lugar, apoyan a manifestantes violentos».

El portavoz se preguntó qué harían los gobiernos extranjeros si hubiera una situación similar en sus países.

Chantaje de elementos radicales

Los elementos radicales usan sus cinco exigencias como un chantaje político y lo que pretenden en realidad es hacerse con el poder, dijo el portavoz de la Oficina para Asuntos de Hong Kong y Macao del Consejo de Estado de China.

Los participantes de las protestas que continúan desde hace tres meses en Hong Kong exigen retirar por completo el proyecto de enmendar la ley de extradición, eliminar el uso del término «disturbios masivos» con respecto a las protestas del 12 de junio, liberar a todos los manifestantes arrestados, efectuar la investigación independiente de la actuación policial del 12 de junio, establecer el sufragio universal directo para las elecciones del jefe de la administración de Hong Kong y de la asamblea legislativa.

Según Yang Guang, los elementos radicales esgrimieron estas cinco exigencias como su bandera desdeñando la vida pacífica de los hongkoneses y la estabilidad de Hong Kong, cometieron actos de violencia, infringieron el orden público y despreciaron la supremacía de la ley, lanzando un desafío al principio de «un país, dos sistemas».

Al resumirlo el portavoz señaló que están a la vista «la intimidación política» y «el chantaje político», cuyo objetivo consiste en hacerse con el poder y convertir el principio de «un país, dos sistemas» en palabras hueras.

Desde el 9 de junio pasado, Hong Kong vive una oleada de protestas cuyo detonante fue un proyecto de ley que permitiría la entrega de prófugos de la justicia a Taiwán, Macao y la China continental.

Los críticos de la normativa, engavetada pero no revocada del todo, temen la extradición de disidentes políticos a Pekín.

Durante casi 3 meses de protestas, la policía hongkonesa detuvo a más de 1.100 personas, incluidas 159 el reciente fin de semana.

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