LONDRES— China y Rusia están desafiando la posición dominante global de Estados Unidos y sus aliados occidentales tanto en capacidad aérea como naval, según se desprende del informe anual del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), ‘The Military Balance 2018’ (Balance militar, 2018).
El director de la organización, John Chipman, sostiene además que las «tres potencias militares están sistemáticamente preparándose ante la posibilidad de conflicto».
Entre los argumentos previstos durante la presentación de la publicación, este miércoles 14 en la sede del IISS en Londres, Chipman apuntará a que «EEUU y sus aliados ya no pueden arrogarse el dominio aéreo que ha sido una ventaja crucial durante tres décadas».
El avión de combate chino Chengdu J-20 y los misiles PL-15 se entresacan entre los programas a corto plazo que apuntalan el auge militar del gigante asiático, según la nota remitida por la organización.
El desarrollo de armamento y la integración de componentes tecnológicos permiten al IISS afirmar que China está acelerando la «transición de ‘poniéndose a la altura’ de Occidente a convertirse en un innovador global en defensa».
La asignatura pendiente del país asiático es «mejorar en formación, doctrina y tácticas», de acuerdo a la misma fuente.
Chipman observa a su vez un proceso «más lento de lo anticipado» en la renovación del material militar en Rusia debido a «dificultades de financiación e industrial».
«No obstante Moscú continua demostrando su disposición a utilizar sus fuerzas cerca de la patria y más allá en el exterior», afirma el director de IISS.
El Balance Militar 2018 evalúa la capacidad militar y el gasto en defensa en 174 países, enumerando inventarios de tropas y equipos nacionales, tanto activos actualmente como en proceso de compra o desarrollo.