Al menos 20 soldados y policías afganos murieron este miércoles en varios ataques, horas después de una conversación telefónica entre el presidente estadounidense Donald Trump y el jefe político de los insurgentes talibanes.
«Combatientes talibanes atacaron al menos tres puestos del ejército en el distrito de Imam Sahib, en Kunduz, matando al menos 10 soldados y cuatro policías», dijo Safiullah Amiri, del consejo provincial de Kunduz (norte).
La policía local y un responsable del ministerio de Defensa confirmaron el balance.
Por otra parte, «seis policías murieron y siete fueron heridos» por los talibanes en Tarinkot, localidad de la provincia de Uruzgan (sur), dijo Zergai Ebadi, portavoz del gobernador.
Esos ataques ocurrieron pocas horas después de una conversación telefónica entre el jefe político de los insurgentes, mulá Barada, y el presidente estadounidense Donald Trump.
La conversación fue «larga» y «buena», dijo Trump.
«Mi relación con el mulá es muy buena», agregó Trump. «Ellos quieren poner fin a la violencia», afirmó.
Ese contacto tuvo lugar después de que los insurgentes retomaran el lunes la ofensiva contra las fuerzas de seguridad afganas, pero no contra las fuerzas extranjeras, poniendo fin a una tregua parcial de nueve días.
La disminución de los combates había sido impuesta por Estados Unidos como condición al acuerdo firmado el sábado pasado en Doha por Washington y los talibanes.
En ese acuerdo Estados Unidos se compromete a retirarse completamente de Afganistán en un plazo de 14 meses a cambio, entre otras cosas, del inicio de un diálogo entre afganos que incluya al gobierno, a la oposición, a la sociedad civil y a los talibanes.
Sin embargo, surgieron algunos escollos, entre ellos la negativa del presidente afgano, Ashraf Ghani, a liberar hasta 5.000 prisioneros talibanes a cambio de 1.000 integrantes de las fuerzas de seguridad afganas.
AFP