CARACAS — El líder opositor venezolano Juan Guaidó debe ser capturado si regresa al país desde Colombia por transgredir la prohibición de viajar y puede enfrentar una pena de hasta 30 años de cárcel, dijo el magistrado suplente de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Juan Carlos Valdez.
Guaidó «es un prófugo de la justicia, ¿qué pasa cuando alguien está prófugo de la justicia y entra nuevamente al país y las autoridades lo detectan? Tiene que ser capturado y llevado a prisión (…) puede cumplir no menos de 30 años por los delitos (que se le imputarían), y eso porque aquí no se puede condenar a una pena mayor», dijo Valdez.
El magistrado aseguró que la fiscalía está trabajando en los delitos que se le podrían imputar.
«Él ingresa e inmediatamente hay que capturarlo, luego la fiscalía pone los cargos (…) tengo entendido que la fiscalía ya está trabajando en el proceso acusatorio de ese señor».
El TSJ prohibió el 29 de enero a Guaidó salir de Venezuela a pedido de la fiscalía general que sustancia una investigación preliminar en su contra por la supuesta comisión de delitos contra la Constitución, aunque todavía no ha formulado cargos.
Pero el viernes el diputado opositor cruzó la frontera con Colombia y apareció en la ciudad de Cúcuta (noreste) durante el concierto Venezuela Live Aid.
Un día después encabezó la caravana de camiones con ayuda humanitaria que la oposición pretendía ingresar a Venezuela desde Cúcuta, y el lunes tomó parte de la reunión del Grupo de Lima sobre Venezuela, celebrada en Bogotá.
El 5 de enero el diputado Juan Guaidó fue elegido presidente de la Asamblea Nacional, parlamento unicameral en desacato desde 2016.
El 23 de enero, dos días después de que el TSJ anulara su designación, Guaidó se autoproclamó «presidente encargado» de Venezuela, apelando a un artículo constitucional que prevé esa figura.
El presidente Nicolás Maduro, quien asumió su segundo mandato el 10 de enero tras unas elecciones que la oposición boicoteó, calificó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.
«Cualquier venezolano que en grado de complicidad o de cooperación necesaria contribuya a agredir a su país, evidentemente está cometiendo el delito de traición a la patria muy fácilmente», dijo Valdez.
Maduro aseguró que el dirigente opositor responderá a la justicia cuando retorne.
«Deberá enfrentar a la justicia porque la justicia le prohibió que saliera del país», dijo Maduro en una entrevista ofrecida al diario español ABC.
Valdez alegó que el diputado opositor no puede esgrimir su inmunidad parlamentaria y que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), integrada solo por oficialistas, es el organismo facultado para despojarlo de sus fueros.
«La inmunidad parlamentaria no significa impunidad parlamentaria (…) Él no puede invocar la inmunidad parlamentaria bajo ninguna circunstancia y quien puede levantar sin ningún problema la inmunidad a ese señor sería la ANC», dijo.
Carnada de EEUU
El magistrado, conductor del programa Boza con Valdez que transmite el canal estatal Venezolana de Televisión, no descartó que la salida y el reingreso de Guaidó sean una estrategia de Estados Unidos para atacar a Venezuela.
«Evidentemente Guaidó es el conejillo de indias perfecto de Estados Unidos, no podemos soslayar lo político porque es muy posible que Estados Unidos tome como excusa la aprehensión de Guaidó para justificar eventualmente un ataque militar en contra Venezuela», dijo.
Washington advirtió a Venezuela en enero de «serias consecuencias» para quien atentara o afectara a Guaidó, luego de que la fiscalía anunció la apertura de una investigación preliminar.
A Guaidó también lo investiga la contraloría general por presuntamente ocultar datos en su declaración jurada de bienes y recibir dinero de instancias internacionales y nacionales sin justificación.
Apenas autoproclamado, Guaidó fue reconocido de inmediato por los EEUU, a los que se sumaron unos 50 países.
Rusia, China, Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros países, siguen apoyando al Gobierno de Maduro.
México y Uruguay se negaron a reconocer a Guaidó, se declararon neutrales y propusieron un diálogo entre las partes para superar la crisis.
(Sputnik)