Trump promete aprobar ayudas mediante orden ejecutiva por falta de acuerdo en el Congreso

WASHINGTON/BEDMINSTER, Nueva Jersey, (Reuters) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió suspender de manera unilateral los impuestos sobre los salarios y prorrogar las prestaciones especiales de desempleo, ya expiradas, después de que el viernes se vinieran abajo las negociaciones con los demócratas en el Congreso sobre un amplio paquete de ayudas públicas contra el impacto de la pandemia.

Trump dijo en una conferencia de prensa en su club de golf de Nueva Jersey que firmará una orden ejecutiva implementando estas medidas, suspendiendo pagos de préstamos estudiantiles y desahucios en viviendas de alquiler en los próximos días si no se llega a un acuerdo.

Dijo que la suspensión del impuesto sobre las nóminas, una medida que lleva mucho tiempo pidiendo pero que ha sido rechazada por ambos partidos en el Congreso, sería retroactiva al 1 de julio y se prolongaría hasta finales de 2020, con una posible extensión hasta el año que viene si es reelegido.

Trump dijo que la orden podría ser firmada al final de la semana, sin especificar si se refería a esta semana o a la próxima. Reconocía que la orden previsiblemente sería impugnada en los tribunales.

“Si los demócratas siguen teniendo secuestrada estas ayudas cruciales, actuaré con mi autoridad como presidente para dar a los estadounidenses la ayuda que necesitan”, dijo Trump en la rueda de prensa, que tenía el aspecto de un evento de campaña.

SIN AVANCES

El viernes, en Washington, el jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijeron que no había avances en las negociaciones en el Capitolio con los dos principales demócratas del Congreso, la presidenta de la Cámara Nancy Pelosi y el líder demócrata del Senado Chuck Schumer.

La pandemia mundial ha tenido un impacto particularmente grave en Estados Unidos, donde ha matado a más de 160.000 personas y ha dejado a decenas de millones de personas sin trabajo. Trump inicialmente restó importancia a la amenaza de la enfermedad y ha sido objeto de críticas por sus mensajes contradictorios sobre las medidas de salud pública, como el distanciamiento social y las mascarillas.

Las conversaciones del viernes parecen marcar el final de casi dos semanas de negociaciones casi diarias a puerta cerrada entre los cuatro líderes, que han tratado de llegar a un acuerdo sobre la legislación para reanudar los programas de ayuda por la enfermedad COVID-19 que vencieron a finales de julio.

Los demócratas dijeron que ofrecieron reducir en casi un tercio su propuesta de un paquete de ayuda contra el coronavirus de 3,4 billones de dólares, que la Cámara de Representantes aprobó en mayo pero que el Senado ignoró, si los republicanos aceptaran más del doble de su contraoferta de 1 billón de dólares.

Los negociadores de Trump rechazaron estas propuestas.

“Fue una reunión decepcionante”, dijo Schumer a los periodistas.

Ambas partes dijeron que seguían abiertas a nuevas negociaciones.

“Volveré aquí en cualquier momento para escuchar nuevas propuestas”, dijo Mnuchin, quien señaló que los principales obstáculos eran la financiación para los gobiernos estatales y municipales y la ampliación de las prestaciones por desempleo, un salvavidas de 600 dólares semanales para los que han perdido su empleo en la crisis del coronavirus.

Pelosi dijo que le transmitió a Mnuchin y a Meadows un claro mensaje de despedida: “Vuelvan cuando estén listos para darnos una cifra más alta”.

LÍMITES AL PODER EJECUTIVO

No está claro hasta qué punto puede llegar un presidente con una orden ejecutiva. En su conferencia de prensa, Schumer dijo que el presidente no podía ordenar que se gastasen nuevos fondos —ya que esa facultad pertenece al Congreso— sino que solo podía aplazar los costes hasta que se pagasen finalmente.

La Constitución de Estados Unidos le da al Congreso la autoridad sobre el gasto federal, por lo que Trump no tiene la autoridad legal para emitir órdenes ejecutivas que determinen cómo se debe gastar el dinero en el coronavirus.

Trump se las ha arreglado para sortear al Congreso en materia de gastos en el pasado. En 2019, declaró una emergencia nacional en la frontera entre Estados Unidos y México para destinar miles de millones de dólares del presupuesto de defensa a pagar un muro fronterizo que prometió durante su campaña electoral de 2016.

Schumer culpó de la falta de progreso a 20 republicanos en el Senado muy influidos por el conservador Tea Party: “No quieren gastar los dólares necesarios para ayudar a Estados Unidos a salir de este embrollo. Es como si la ideología los cegara”.

Según Pelosi, los demócratas quieren la cifra más alta posible para reactivar las prestaciones por desempleo. Recuperar estos pagos ha sido una de las principales exigencias de su partido.

En un momento dado, la Casa Blanca sugirió 400 dólares semanales en prestaciones federales para los desempleados, pero los demócratas lo rechazaron y se han negado a alcanzar un acuerdo por separado sobre este tema, diciendo que querían un paquete integral que también incluyera dinero para los gobiernos estatales y locales y otros asuntos.

Más de 300 alcaldes estadounidenses enviaron esta semana una carta a Trump solicitando 250.000 millones de dólares en ayudas federales directas a las ciudades de todo el país. Los gobernadores estatales de ambos partidos han pedido al Congreso otros 500.000 millones de dólares.

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