Europa intenta conciliar economía y salud en sus progresivos desconfinamientos

Los europeos, bajo presión para relanzar sus economías, comienzan a ver cómo será su convivencia con el coronavirus, con las mascarillas de protección como protagonistas, mientras la epidemia avanza en lugares como Brasil, donde su presidente aseguró no poder hacer «milagros».

En Europa, la necesidad de limitar los daños económicos y sociales obligó a varios países como Francia, España o Alemania a presentar planes de reanudación de la actividad y de la vida social cautos, progresivos y reversibles, pese a los temores de ver aumentar de nuevo los contagios.

En un momento en que se deberá «vivir con el virus», en palabras del primer ministro francés, Edouard Philippe, la mascarilla, un complemento nada utilizado hasta ahora en Europa, se convierte en clave, como en los transportes públicos, donde será obligatoria en muchos países.

«Nos han pedido muchísimas mascarillas (…) La mayoría son empresas que quieren poner medidas de seguridad para sus empleados para la reapertura», asegura a la AFP Alexandre de Clercq, gerente de una empresa belga, que dobló su personal para atender la demanda.

En Alemania, las mascarillas son también obligatorias en todas las tiendas desde este miércoles. «Creo que es bueno porque crea conciencia de que sigue siendo importante protegerse», asegura Lena, de 28 años, en un comercio de artículos domésticos.

Programas de detección masivos, aislamiento de personas contagiadas y reapertura de comercios serán la norma en las próximas semanas en el Viejo Continente, donde el Reino Unido lanzó la voz de alarma esta semana sobre una nueva enfermedad que afecta a los menores y que podría estar relacionada con el nuevo coronavirus.

La afección se asemeja a la enfermedad de Kawasaki, un síndrome vascular cuya causa sigue siendo indeterminada. Según el diario francés La Dépêche du Midi, se registraron una veintena de casos similares en la región de París.

En Francia, la vuelta al colegio de los niños será progresiva a partir del 11 de mayo, si bien en España, donde los menores pudieron salir a la calle por primera vez el domingo desde el inicio de la pandemia, deberán esperar a septiembre, como en Italia.

La pandemia se cobró más de 217.000 vidas en todo el mundo desde que brotó en diciembre en China. El número de contagios supera los 3,1 millones.

Italia sigue liderando el número de decesos en Europa, con 27.359 muertos por 201.505 contagios. España registró este miércoles un pequeño repunte en la cifra diaria, con 325 nuevos decesos, que eleva el balance a 24.275 fallecidos por casi 213.000 casos.

La buena noticia en España este miércoles es que el país, que prepara un desconfinamiento por etapas desde mayo hasta finales de junio, registró el mayor número de altas en 24 horas desde el comienzo de la epidemia, con 6.399 curados que elevan el global a casi 109.000.

– «Soy Messias» –

Para mostrar al mundo que ha superado la crisis, China, donde las cifras oficiales dejan un balance de 4.633 muertos y casi 83.000 contagios, convocó la sesión anual del parlamento, la gran cita del régimen comunista, el 22 de mayo.

Al otro lado del Pacífico, Estados Unidos, el país más afectado del mundo, sobrepasó el millón de contagios y se acerca a los 60.000 fallecidos, más que el número de militares muertos en Vietnam, según el recuento de la Universidad John Kopkins.

Los estados menos afectados, como Georgia, han reabierto algunos negocios, Texas lo hará el viernes y Alabama prevé reabrir sus playas este fin de semana, pero en el estado de Nueva York, el epicentro de la pandemia, esperará por el momento al 15 de mayo para un inicio del retorno a la normalidad.

En América Latina y el Caribe, el número de fallecidos se acerca a los 10.000, más de la mitad de ellos en Brasil (5.017), donde se registró el martes un «agravamiento de la situación» según su ministro de Salud con un récord de 474 fallecidos en un día.

«¿Y qué? Lo lamento. ¿Qué quieren que haga? Soy Messias [ su segundo nombre], pero no hago milagros», dijo el presidente Jair Bolsonaro, cuestionado por su escepticismo ante la pandemia y su campaña contra la cuarentena.

En Nicaragua, el gobierno cambió de actitud y anunció medidas para contener la propagación del nuevo coronavirus.

El país, con 13 contagios y tres fallecidos, según cifras oficiales, es el único país de Centroamérica que no ha establecido la cuarentena, el cierre de fronteras ni la suspensión de clases.

«Vamos a fortalecer toda la información del lavado de manos, la distancia personal de precaución, el uso de la mascarilla», en sintonía con la campaña en otras partes del mundo para evitar la propagación del coronavirus, dijo la vicepresidenta del país, Rosario Murillo.

– «Covid Marie» –

Ante la progresión en la región, que está como «Europa hace seis semanas», según la Organización Panamericana de Salud (OPS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó contra un aumento del hambre y la pobreza.

La situación y el temor a contagiarse del nuevo coronavirus generó también un violento motín en una prisión de Lima, que costó la vida a nueve reos. En Honduras, un preso murió de la COVID-19, según las autoridades, que examinarán ahora al resto de detenidos.

Y la huella del «gran confinamiento», como bautizó el Fondo Monetario Internacional (FMI) a la actual crisis, parece ir más allá de la proyectada recesión económica mundial en 2020 y el importante número de muertos en todo el planeta.

En Asia, cada vez más padres dan a sus recién nacidos un nombre que alude a la crisis como Corona Kumar o Covid Marie. «Un nombre que nos recuerda que escapamos a la COVID-19», dice el padre de esta última nacida en Filipinas.

AFP

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