Arabia y Rusia trabajan en pacto de recorte de bombeo en G-20, quieren que se sume EEUU

DUBÁI/MOSCÚ, 10 abr (Reuters) – Las principales naciones petroleras ultimaban el viernes un acuerdo en el marco del G-20 para implementar grandes recortes de producción e impulsar unos precios golpeados por la crisis del coronavirus, en un pacto en el que Riad y Moscú liderarán los recortes y Washington podría colaborar también.

Arabia Saudita, Rusia y sus aliados, que conforman el grupo informal OPEP+, alcanzaron el jueves un pacto para reducir el bombeo de petróleo en una cantidad equivalente al 10% de los suministros mundiales, y dijeron que querían que otras naciones recortaran un 5% más.

Los intentos por cerrar el acuerdo se estaban viendo frenados por la negativa de México a rubricarlo por completo.

No obstante, el presidente mexicano indicó que su homólogo estadounidense, Donald Trump, le dijo que podría implementar recortes en nombre de México, aunque el mandatario no ha dado señales públicas de que Washington vaya a unirse al plan y, en su lugar, amenazó a Riad con aranceles y otras medidas si no resolvía la crisis del mercado petrolero.

Los principales mercados petroleros estaban cerrados el viernes, mientras los ministros de Energía del G-20 realizaban la videoconferencia, pero los precios no lograron ascender tras los recortes del jueves -los mayores de la historia-, ya que una rebaja del 15% en los suministros mundiales dejaría aún un exceso de oferta ahora que la demanda ha caído un 30%.

Las medidas para frenar la propagación del coronavirus han secado la demanda de combustible para aviones y autos, tensando los presupuestos de las naciones productoras y golpeando a la industria del esquisto estadounidense, más vulnerable a los precios bajos del crudo por sus costos más altos.

“Pedimos a todas las naciones que usen todos los medios a su disposición para ayudar a reducir el superávit”, dijo el secretario de Energía de Estados Unidos, Dan Brouillette, en la cita del G-20, agregando que era “extremadamente decepcionante” que Moscú y Riad no hayan sellado un acuerdo aún.

El pacto de la OPEP+, si México se une, implicaría la retirada de 10 millones de barriles por día (bpd), más 5 millones adicionales si se suman Estados Unidos y otros países. Noruega y Canadá, ambos ajenos a la OPEP+, han mostrado su disposición a hacer recortes también.

Brouillette dijo que la producción estadounidense podría caer entre 2 y 3 millones de bpd para fines de 2020, aunque Rusia había afirmó previamente que un declive natural del bombeo no es lo mismo que una reducción formal.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que los productores están trabajando para convencer a México y que es “inevitable” la participación de otros actores, aunque reconoció que la ley estadounidense prohíbe a los productores de ese país participar en un cartel de precios.

Trump y su par ruso, Vladimir Putin, conversaron el viernes sobre el mercado energético, entre otros asuntos.

“El acuerdo depende por completo de que México le dé su visto bueno”, dijo a Reuters el ministro de Energía saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, agregando que espera que “se pueda ver el beneficio de este acuerdo no solo para México, sino para todo el mundo”.

El director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Fatih Birol, dijo que los países importadores podrían ofrecer algo de apoyo al mercado realizando compras extra de crudo para sus reservas estratégicas.

Brouillette señaló también que Estados Unidos ayudaría a la demanda abriendo sus reservas estratégicas para almacenar todo el crudo posible.

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