Solucionan el misterio de 2 antiguas civilizaciones griegas

Las civilizaciones minoica y micénica que vivió entre los siglos XII y XVI a.C. eran muy parecidas entre sí y descendían de civilizaciones ancestrales de Turquía y del Este de Europa. El estudio, que también revela que los actuales griegos son sus descendientes, se ha publicado en la revista Nature.

El equipo internacional de investigadores está formado por expertos de la Universidad de Washington, de la Escuela de Medicina de Harvard y del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana de Berlín y arqueólogos de Grecia y de Turquía.

Los resultados del estudio revelan que minoicos y micénicos eran muy parecidos genéticamente entre sí, pero no idénticos, y que ambos pueblos eran descendientes de los primeros agricultores del Neolítico, provenientes de Turquía.

Analizaron el ADN del diente de 19 minoicos de Creta, de micénicos de Grecia y de individuos del suroeste de Anatolia. La información genética obtenida fue comparada entonces con otros 330 genomas antiguos y 2.600 genomas de humanos actuales.

A su vez, el estudio revela que los minoicos, los micénicos y los griegos actuales ascienden en parte de los antiguos pueblos del Cáucaso, de Armenia y de Irán.
El análisis de ADN antiguo también ha revelado que los griegos modernos son en parte descendientes de los micénicos.

«[El hallazgo] es importante porque se trata de la primera civilización europea conocida que desarrolló una escritura y un nivel de complejidad que no existía en civilizaciones anteriores. Siempre ha sido como un puzzle: de dónde vino esta gente y cómo creó su increíble cultura», ha explicado a la BBC Iosif Lazaridis, autor principal de estudio y miembro de la Universidad de Harvard.

La civilización minoica sorprende a los expertos por haber sido avanzada artística y tecnológicamente a pesar de haber existido durante el tercer milenio antes de nuestra era. El origen de los minoicos, el primer pueblo alfabetizado de Europa, llevó de cabeza a los arqueólogos durante años e hizo que durante el siglo XIX surgieran dispares teorías sobre el tema en la comunidad científica.

Los resultados del estudio también podrían arrojar luz sobre el origen del idioma griego moderno, que pertenece a la familia de lenguas indoeuropeas, cuyos miembros comparten características comunes en su vocabulario y en su gramática.

El cómo y el cuándo las lenguas indoeuropeas comenzaron a extenderse y a hablarse por Europa continúa siendo un misterio, aunque muchos son los expertos que cree que provienen de agricultores inmigrantes provenientes del Este o de la Estepa rusa.

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