MOSCÚ (Sputnik) — La abrumadora mayoría de los ataques cibernéticos en el mundo se produce desde EEUU, declaró el subsecretario del Consejo de Seguridad de Rusia Oleg Jramov.
«El análisis de los informes de las principales empresas extranjeras y rusas del ámbito de la seguridad de la información muestra que la mayor cantidad de los ataques informáticos se llevan a cabo con el uso de la infraestructura de información ubicada en Estados Unidos», dijo Jramov al periódico AiF.
Según Jramov, entre 2016 y 2019 a EEUU correspondió del 40 al 75% de la actividad dañina, mientras que a Rusia del 2 al 7%.
«Estos datos, que no se revelan en Occidente pero están disponibles para el público, demuestran claramente a cualquier persona la inconsistencia del argumento de la global amenaza rusa en el ciberespacio», subrayó.
Al mismo tiempo, según el FBI, en el propio EEUU se registran cada año más de 300.000 ciberdelitos, que, según diversas estimaciones, causan daños de entre 57.000 y 109.000 millones de dólares para la economía estadounidense, agregó.
El funcionario recordó que Rusia propone a sus socios extranjeros una «colaboración no politizada» en la lucha contra los ataques informáticos.
Operaciones destructivas de EEUU en el ciberespacio
Estados Unidos y los países de su órbita intensifican sus operaciones destructivas en el ciberespacio elevando la tensión en las relaciones internacionales, alertó el Consejo de Seguridad de Rusia.
«Estados Unidos y sus aliados, con el fin de hacerse con el dominio global, por un lado, intensifican sus esfuerzos para realizar operaciones destructivas y de inteligencia en el espacio informativo de otros países», dijo Jrámov.
Por el otro, agregó, los estadounidenses declaran a Rusia, China, Corea del Norte e Irán como las fuentes principales de ciberamenazas.
El alto funcionario advirtió que con esta estrategia «Washington intenta formar una matriz de opinión determinada para justificar ante el mundo sus posibles operaciones coercitivas futuras contra sus rivales geopolíticos».
Jrámov indicó que la confrontación artificial que generan los estadounidenses en el espacio informativo:
- eleva la tensión en las relaciones internacionales;
- frena el progreso de los países mediante las sanciones;
- socava la confianza en la digitalización en general.
«En estas condiciones no es una sorpresa que los países busquen independencia digital», señaló.
El alto cargo enfatizó que cada vez a más naciones les urge garantizar su soberanía nacional en la era digital.
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