Rusia convierte su portaaviones en una ‘base antiaérea flotante’

Dentro de su proceso de modernización, el único portaviones ruso, el Almirante Kuznetsov, recibirá sistemas antiaéreos de largo alcance. Anteriormente, el buque insignia de la Armada rusa solo poseía sistemas de corto alcance, pero con los nuevos proyectiles, el portaviones se convertirá en un potente elemento de disuasión aérea.

La renovación de los equipos del veterano buque ruso, que realizó recientemente su primera operación de combate durante su despliegue en Siria, no solo abarcará los motores, componentes radioelectrónicos y sistemas de aterrizaje, sino que también se colocarán nuevas armas antiaéreas a bordo de la nave.

Según informan fuentes en el sector de la defensa citadas por los medios rusos, la mayor novedad del Almirante Kuznetsov será la instalación del sistema antiaéreo Poliment-Redut. El fabricante del sistema, Almaz-Antéi, por su parte, no comentó estas informaciones.

Poliment-Redut es un sistema antiaéreo de emplazamiento naval y representa una evolución del proyecto de los sistemas antiaéreos S-400: en particular, usa los mismos misiles que su ‘hermano’ terrestre y es capaz de lanzar proyectiles guiados contra blancos hostiles situados a distancias de entre menos de 1 kilómetro y 150 kilómetros.

En comparación, los sistemas anteriormente usados a bordo de un portaviones ruso —el Kortik y el Kinzhal— tienen un alcance máximo de entre 8 y 12 kilómetros, es decir, son aptos únicamente para la defensa a cortas distancias alrededor del buque.

No obstante, estos sistemas también serán sustituidos: según anunció el vicecomandante de la Armada de Rusia, Víktor Bursuk, el portaviones ruso recibirá los novedosos sistemas Pantsir-M y las versiones navales del famoso Pantsir-S —recién desarrolladas y ya en fase de instalación en los nuevos buques de guerra rusos—.

Al combinar el Poliment-Redut con el Panstir-M, el Almirante Kuznetsov, en esencia, dispondrá de unas capacidades antiaéreas comparables a las de toda la base aérea rusa de Hmeymim, que también combina S-400 y Pantsir-S1 para poder contrarrestar tanto los ataques a larga distancia como las amenazas en las inmediaciones del recinto.

Al mismo tiempo, el portaviones ruso va a preservar su considerable potencial ofensivo, ya que por el momento no está previsto que se deshaga de los misiles antibuque Granit, el arma emblemática de los cruceros portamisiles soviéticos y rusos.

No obstante, los planes iniciales de sustituir los Granit por los más modernos Kalibr todavía no han sido confirmados. La Armada rusa espera reincorporar su buque insignia renovado para el año 2021.

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