La inteligencia artificial avanza hacia las urnas

Pedir que se confíe el voto a la inteligencia artificial es una tarea difícil, sobre todo en una democracia directa como la suiza, donde se vota varias veces al año y a menudo sobre cuestiones complejas.

Un grupo de investigación de la Universidad de Ginebra se ha propuesto abordar cuestiones delicadas sobre el papel de la IA en los procesos democráticos.

“Ya tenemos sistemas de IA que se utilizan hoy en día para modelar la realidad. Pero dentro de unos años, también podríamos imaginarnos tener esta misma modelización, es decir, una representación artificial de conjunto, para nuestra forma de pensar”, explica Jérôme Duberry, investigador y profesor que participa en el proyecto, entrevistado a principios de mes por la televisión pública suiza, RTS.

La idea de una “democracia aumentada” en la que los ciudadanos se apoyan en “gemelos digitales” para ayudar en la toma de decisiones democráticas no es nueva. Ha sido formulada previamente en una charla TEDEnlace externo de 2018 por César Hidalgo, académico y empresario.

En opinión de Hidalgo, si hoy uno confía en los algoritmos para las direcciones de conducción o las recomendaciones musicales, mañana podría confiar en ellos para votar las leyes escritas por los legisladores elegidos. En última instancia, argumenta, se podría confiar en los algoritmos para que escriban las leyes directamente.

“Si tenemos una IA completamente fiable y fiel a nuestra forma de pensar y votar, podremos preguntarnos si realmente necesitamos un parlamento”, dice Duberry.

Una guía de IA para los votantes ya es una realidad. Como informa la BBCEnlace externo, cientos de miles de votantes de la UE utilizaron en 2019 una herramienta desarrollada por Vote Watch Europe, un grupo de expertos, para ponerlos en correspondencia con los candidatos en las elecciones al Parlamento Europeo. Para alimentar el algoritmo, los usuarios respondieron a preguntas sobre decisiones legislativas pasadas tomadas por el Parlamento de la UE. Se creó una herramienta similar para ayudar a los votantes a elegir candidatos en las elecciones estadounidenses de 2020.

Duberry plantea la preocupación por la discriminación y los sesgos. “Los programas de IA se basan en algoritmos. Estos algoritmos son creados por personas, y estas personas suelen ser hombres blancos en los países desarrollados”, afirma.

Tras las consultas con expertos en IA y procesos democráticos, el proyecto se dio a conocer al público este mes, al que se invitó a expresar su opinión Enlace externo sobre el papel que debería desempeñar la IA en las urnas.

Las opciones van desde la más bien conservadora de “ayudar a los ciudadanos a decidir” hasta la más controvertida de “votar”. El estudio académico parte de la base de que toda la información personal sería recopilada y manejada por una IA desarrollada por una entidad pública. Los resultados se presentarán en septiembre de 2021.

swissinfo.ch

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