Hillary teme retorno de Trump: voto latino repartido entre republicanos y demócratas

Bajo la lupa

Alfredo Jalife-Rahme

Una explosiva encuesta de The Wall Street Journal (WSJ) que (en)marca el futuro demográfico-electoral de EU arroja que “los votantes latinos (sic) ahora están igualmente repartidos” entre los dos partidos, cuando los “republicanos han obtenido rápidas (sic) ganancias con un crucial voto demográfico (sic) que había favorecido ampliamente a los demócratas”.

Según WSJ, los recientes hallazgos constituyen un “perturbador (sic) desarrollo para el partido demócrata, que había contado por mucho tiempo con un descomunal apoyo latino” (https://on.wsj.com/3IOd3PG). Un año después de que los demócratas obtuvieron la mayoría en la Cámara de Representantes con más de 60 por ciento del voto latino, ahora 37 por ciento latino apoyaría al candidato camaral republicano y 37 por ciento al demócrata.

WSJ No lo dice, pero en el mismo bastión demócrata de California, con el popular gobernador Gavin Newsom y la vicepresidenta Kamala Harris (KH) –cuya aceptación se ha derrumbado a 28 por ciento–, en la elección del año pasado, los republicanos reiniciaron su inesperado reflujo electoral. Más asombrosa aún ha sido la espectacular captura de 30 por ciento de los votantes latinos de Biden que ahora han girado a favor de Trump.

En un solo año, la dupla Biden-Kamala ha sufrido los embates de la humillante salida de Afganistán, la hiperinflación, el radicalismo wokenista, la parálisis de la enmienda a la infraestructura en el Senado, las nuevas variantes del Covid-19 y, sobre todo, la desastrosa política migratoria, que afecta e infecta la sique de los latinos y que es explotada exitosamente por los estrategas del Partido Republicano, quienes proyectan triunfar en las elecciones intermedias de noviembre de 2022 con el retorno del trumpismo, con o sin Trump.

Tales prolegómenos afloraron en la reciente elección a la gubernatura de Virginia con Glenn Youngkin, moderado plutócrata republicano (https://bit.ly/3ISO5yw), quien capturó la mayoría del voto latino en detrimento de su contrincante Terry McAuliffe, (TM): máximo estratega de la pareja Clinton (Bill-Hillary).

Habría que matizar: aún en la coalición del llamado Partido Demócrata, sin contar los sicalípticos escándalos de Bill Clinton y su intimidad con el suicidado Jeffrey Epstein, es la marca del clintonismo la que se ha desplomado en la opinión pública y, en particular, con el voto latino.

Dos días después de la explosiva encuesta del WSJ, Hillary Clinton (HC) –quien ha visto en un año el derrumbe electoral de sus grandes aliados, la vicepresidenta KH y TM– vaticina que Trump intentará relegirse en 2024, lo que sería un punto decisivo para el país y la oportunidad para frenar sus mentiras y “desinformación (https://bit.ly/3oUs7U7)”. HC agregó en forma catastrofista que un triunfo de Trump tendría graves consecuencias para EU.

Tres días posteriores a su entrevista a Today y después de que una encuesta dio empatados a Trump y a Biden para la elección presidencial de 2024, HC volvió a la carga contra su némesis Trump, de quien dijo sentirse fatal por no haberlo derrotado en 2016.

La ex Secretaria de Estado sentenció que un potencial triunfo de Trump en 2024 significaría el aniquilamiento de la democracia. HC todavía se lamenta de no haber sido la primera presidenta de EU y aprovechó la oportunidad de arremeter contra el ex director del FBI James Comey, quien en caso de no haber “sacado su truco (sic) días antes de la elección, hubiera triunfado”.

Con o sin latinos, la mayoría prefiere las políticas de Trump a las de Biden: señal ominosa (sic) para los demócratas más allá de 2022 ( Daily Mail, 12/12/21). En un intervalo de 52 años, la demografía, en particular la de los mexicanos –más de 62 por ciento de los latinos–, ha propinado un dramático vuelco en los dos principales estados del Colegio Electoral y con los dos primeros PIB: California y Texas, lo cual fue epitomizado por el último presidente demócrata en Texas, Johnson (periodo 1963-1969) y los dos últimos presidentes republicanos en California, Nixon (1969-1974) y Reagan (1981-1989). En la democracia posmoderna, la demografía es destino.

alfredojalife.com

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