Jesús Antonio Fernández Olmedo
El presidente del gobierno de España cuenta la historia como le parece pero no está por arreglar realmente las cosas. Su carrera es de economista pero la brecha de desempleados o gente inactiva por donde me lo pongas sigue aumentando.
Se está armando una bola de la que no se sabe en realidad cómo se va a salir a largo plazo y quizás ni siquiera a corto. Cómo echa las culpas a las diferentes comunidades cuando un líder está para liberar un país, un tío que no para de echar culpas a todo el mundo menos él tiene culpa.
Sus socios se preocupen de cosas de antaño pero no de la que está o se viene ahora, la situación de pobreza del país sigue subiendo. Un tipo que se fue de vacaciones en plena pandemia, un tío que cobra más de 100.000 euros al año, eso oficialmente.
¿Estamos para gastar dinero en señales machistas o sexistas de tráfico? Lo que debería de preocuparse en sacar adelante un país de esta situación que cada día se recrudece más a todos los niveles.
¿Qué va a pasar aquí con la apertura de nuevas fuentes de trabajo? De qué va este gobierno, ¿de preocuparse por el reino de lo secundario ? Hace caso omiso de los familiares, médicos, mujeres de sus denuncias ya que la fiscalía está vendida al propio gobierno.
La gente no reacciona ante esta situación que es muy, muy grave. Más bien tiende a volverse chiflada y cada día pierde comba ante una situación de descomposición institucional y social.
Las personas viven en un mundo cada vez más desestructurado y a su vez el individuo mueve su cabeza de forma incoherente: piensa una cosa, siente otra y después hace otra totalmente diferente. Vivimos una época de manotazos de ahogado.