Drones de los hutíes: nueva correlación militar de fuerzas en Medio Oriente

Bajo la lupa

Alfredo Jalife-Rahme

Dos analistas británicos quienes más conocen los dédalos del Medio Oriente, Alastair Crook y Patrick Cockburn, juzgan que se gestó una nueva correlación militar de fuerzas a raíz de los ataques con drones de los hutíes del Yemen (https://bit.ly/2mowJUt).

Bajo la Lupa se atrevió a emitir una hipótesis perversa y aviesa de la inexplicable ineficiencia de Estados Unidos en Arabia Saudita debido al próximo lanzamiento de la Oferta Pública Inicial (IPO) por 2 millones de millones de dólares que codician Trump y su yerno talmúdico Jared Kushner.

Alastair Crook, director de Conflicts Forum, con sede en Beirut, sentencia que se trata de un exitoso golpe mortal que trastoca el paradigma dominante (EU como guardián del Golfo y garante del flujo del petróleo) y cita a Anthony Cordesman, del think tank CSIS, quien comenta las implicaciones estratégicas de los golpes a Arabia Saudita (https://bit.ly/2mfiDoo): una clara advertencia estratégica que la era de la supremacía aérea de EU en el Golfo, y del casi monopolio estadunidense de su capacidad de ataque de precisión, se detuvo rápidamente.

Según Alastair Crook, se trata de “un mensaje de un frente común (Irán, Siria, Hezbolá, Hutíes y Hash’da-Shaibi. Nota: la milicia chiíta del sur de Irak)”.

Sea el culpable que fuere, inventado o real, emerge una nueva realidad en el Medio Oriente: Irán es la nueva superpotencia de los drones (https://bit.ly/2LyYeGi).

Según Alastair Crook, los eventos en el corazón petrolero de Arabia Saudita forman parte de un “inmenso switch” (https://bit.ly/2nrSFPb) –un reajuste civilizatorio en medio del golpe de precisión en la credibilidad de EU (https://bit.ly/2ntZJuM)– con el resquebrajamiento del paradigma estadunidense cuando los aviones robots y los drones cambiaron las coordenadas fundamentales de la guerra.

Por su parte, Patrick Cockburn juzga que los ataques drones en Arabia Saudita cambiaron la guerra global (https://bit.ly/2lmwObq), además de transformar el equilibrio del poder militar en Medio Oriente cuando “18 drones y 7 misiles crucero –muy baratos y sin sofisticación, comparados a la moderna panoplia militar, que afectaron la mitad de la producción de crudo de Arabia Saudita”, pese a que Riad gastó 67 mil 600 millones de dólares en su presupuesto de defensa el año pasado, en su mayoría para sistemas de defensa aéreo que fracasaron en frenar notablemente el ataque.

Patrick Cockburn comenta que el presupuesto de defensa de EU es de 750 mil millones de dólares –nota: la parte visible, ya que, según SIPRI, existe otro tanto en las entrañas de la investigación en las universidades de EU– y su presupuesto de espionaje es de 85 mil millones de dólares que no supieron que ocurrió en el Golfo hasta que habían concluido los ataques.

Las justificaciones de EU suenan patéticas y Patrick Cockburn juzga que EU y Arabia Saudita dudan en perpetrar represalias contra Irán porque saben que un contrataque no será un paseo dominguero.

Patrick Cockburn concluye que tales ataques con drones constituyen un punto de inflexión histórico cuando casi cualquier país puede producir drones y misiles en suficientes grandes cantidades para superar cualquier defensa.

Lo real es que el 14 de septiembre de los drones, EU/Israel/Gran Bretaña perdieron su supremacía aérea en el golfo Pérsico. Agregaría hasta cierto punto debido a que en Medio Oriente nadie posee bombas nucleares como Israel que goza de canonjías celestiales que van entre 200 o 400 bombas clandestinas –dependiendo quien haga su tramposo conteo– y que se da el lujo de no firmar el Tratado de No-Proliferación de Armas Nucleares (NPT) ni de aceptar la inspección de la Agencia Internacional de Energía Atómica: procedimientos universales a los que se sometió Irán que no posee ninguna bomba nuclear –aunque si el know how del enriquecimiento de uranio hasta 20 por ciento cuando se requiere más de 90 por ciento para la fabricación de una bomba atómica.

Aunque Israel esté perdiendo gradualmente su supremacía aérea, todavía cuenta con su última arma: la Opción Sansón (https://amzn.to/2o8dMX2) –libro del galardonado israelí-estadunidense Seymour Hersh–, es decir, el lanzamiento de las bombas atómicas de Israel que pueden aniquilar a todos los países y guerrillas de Medio Oriente.

La Jornada

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