Conquista y ahora minería: los cinco siglos de expulsión de pueblos en Centroamérica

Por Eliana Gilet

La Masacre de Camargo, el crimen cometido contra los jovenes migrantes en México, nos lleva a analizar las raíces de la migración centroamericana. Sputnik conversó con uno de los integrantes de la nación Maya Mama en Guatemala, que describió cómo diferentes acontecimientos históricos vienen expulsando de su territorio a la población originaria.

Desde el año 2004, el pueblo Maya Mam de Guatemala inició un proceso que busca la incidencia ante los Gobiernos por medio de autoridades ancestrales, Para eso revitalizó y puso en funcionamiento su propia impartición de justicia, su autoridad y un sistema de organización comunitario regido desde la cosmovisión originaria de Mesoamérica.

El uso del Tzolkin, el calendario maya de 260 días a la par del calendario agrícola de 365, junto a una serie de principios y valores que reclaman la armonización con la naturaleza, «han sido la base y el principio del sistema de organización del pueblo Maya Mam».

Estas palabras pertenecen a Rolando López Crisóstomo, miembro del Consejo Maya Mam de San Marcos y Ajchomol, originario del municipio de Comitancillo como lo fueron la mayoría de las víctimas de la llamada Masacre de Camargo, ocurrida a fines de enero de 2021 en el norte de México, cuando 19 personas, en su mayoría jóvenes Mayas Mam que buscaban mejorar sus condiciones de vida como migrantes en Estados Unidos, fueron asesinados antes de cruzar la frontera.

«Esta masacre ha venido a desnudar y poner en claro la desnutrición y el empobrecimiento que viven nuestros pueblos como resultado de las políticas de Guatemala, que no visualiza a los pueblos originarios. Este es el reflejo real del sistema político y económico de empobrecimiento que vivimos en el país desde hace años», manifestó López Crisóstomo.

Cinco siglos igual

Al consultársele al representante de la autoridad ancestral del pueblo Maya Mam que indicara cuándo comenzó esta sangría que viene expulsando de su territorio a la población originaria, López Crisóstomo no dudó en remontar sus orígenes a cinco siglos atrás.

«Los pueblos originarios y en particular, el Maya Mam que es uno de los mayoritarios en el actual territorio de Guatemala y en el sur de México, sufrimos este empobrecimiento como un problema histórico, que se implantó desde la invasión española y continuó con la constitución de los Estados republicanos», apuntó la fuente.Tras las divisiones territoriales y administrativas de los Estados, el pueblo Maya Mam quedó dividido tras múltiples límites: el que separa a Guatemala de México, dejando una parte de su población en Chiapas y al resto, dividido entre cuatro Departamentos de Guatemala: el mencionado San Marcos, pero también en Huehuetenango, Quetzaltenango y Retalhuelu. Dentro de cada uno de ellos, nuevos límites dividieron a la nación Mam en municipios y aldeas.Sólo San Marcos está conformado por 86 comunidades, caseríos y aldeas rurales, según la división administrativa que fue pautada tras el establecimiento de la República de Guatemala en 1847, aunque se trate de un solo pueblo.»Cuando se establecieron estos Estados republicanos, también nos dividieron a nosotros como pueblos originarios», apuntó la fuente.

«Todas estas divisiones que nos han impuesto, nos han traído problemas de frontera, ya que los países impiden con sus leyes el paso y el derecho de locomoción de los pueblos originarios para emigrar de un lugar a otro, que son quienes actual e históricamente, sufren buscando el bien común y el buen vivir», explicó.

Agregó que estas políticas de despojo de los terrenos a los pueblos originarios que inició con la Conquista mantuvo su carácter tras las independencias de la Corona europea, protagonizadas por los criollos, hijos de los europeos nacidos en este continente.»

Con la independencia se continuó despojando a los pueblos originarios de su territorio, sus bienes naturales y sus tierras. Y lo mismo vimos en el conflicto armado interno a partir del 13 de noviembre de 1960 y se ve hoy, que hemos sido obligados a migrar para buscar beneficio y sustento, porque el Estado no responde con sus políticas al bienestar de los pueblos originarios», explicó.

Según adelantó a este medio, el Consejo Maya Mam de San Marcos se ha puesto en contacto con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas de Guatemala, al tiempo que buscan manifestar a los Gobiernos de México y Guatemala «que se haga una investigación objetiva y se esclarezca lo sucedido con el asesinato de estas personas en territorio mexicano».

Extractivismo y migración forzada

Siguiendo la línea de tiempo que ha marginado y empobrecido a los pueblos originarios con las políticas estatales de las repúblicas, López ubicó que hoy, el despojo se ejerce mediante la alianza del Estado con los grandes capitales trasnacionales.Es gracias al uso de un discurso que promete el «desarrollo», que se ocultan nuevas formas de apropiación de los territorios ancestrales, expulsando ahora a los más jóvenes de sus pueblos e inhibiendo el necesario recambio generacional que toda población precisa para seguir existiendo.Si se miran las edades de las personas fallecidas que se han identificado hasta el momento, y según lo han señalado distintas fuentes consultadas por Sputnik, los migrantes indígenas guatemaltecos están abandonando sus comunidades a edades cada vez más tempranas, en el entorno de los 15 años.»Durante los últimos veinte años, el despojo ha continuado con la estrategia extractiva del Estado guatemalteco en contubernio con las empresas trasnacionales, ofreciendo a la población indígena sacarlos del empobrecimiento que ellos mismos han generado», explicó la fuente.Es importante notar cómo en el Departamento de San Marcos funcionó durante más de una década (entre 2005 y 2017) una explotación minera en el municipio vecino a Comitancillo, en San Miguel Ixtahuacán, llamada mina Marlin, operada por una empresa subsidiaria del gigante canadiense Goldcorp.

«Empresas como la mina Marlin, que ofreció sacar a la gente de la precariedad en que viven, pero ha dejado su daño ambiental, la contaminación del suelo y de los ríos, ha provocado la desaparición de nacimientos de agua y ha atraído una cantidad de nuevas licencias mineras al Departamento», apuntó el miembro del Consejo Maya Mam de San Marcos.

La instalación de una explotación extractiva de esta mina a cielo abierto trajo como consecuencia la multiplicación de emprendimientos del sector, es decir: su desarrollo prometido se expresa en más minería para la región.

López Crisóstomo señaló a Sputnik que en San Marcos perciben el mismo impulso empobrecedor disfrazado de desarrollo en la privatización de la empresa de energía eléctrica Energuate, la cual denunció «cobra altos costos por un mal servicio y actúa de manera racista y discriminatoria con los usuarios del sistema de energía eléctrica».

Mencionó como parte de esta tríada a la empresa Hidrosalá, que entró al territorio Maya Mam con un proyecto para construir una hidroeléctrica sobre el río Salá en el municipio de San Pablo en San Marcos, otra de las que «ha violentado las leyes y los derechos de los pueblos originarios a su territorio y su libre determinación», apuntó la fuente.

Así, el panorama es desolador cuando se llegue a las perspectivas que tiene un adolescente indígena, nacido en tierras ricas dónde el empobrecimiento es agudo y las promesas de desarrollo quedan confinadas en nuevos límites que las empresas privadas ponen para impedirles el paso. La autoridad relató a Sputnik cómo, incluso dentro del grupo de los jóvenes asesinados, algunos habían logrado estudiar e igualmente se vieron forzados a arriesgar su vida por brindar apoyo a su familia.

Lo que puede verse en San Marcos es cómo la migración forzada por el empobrecimiento estructural es una contracara del extractivismo; cómo aunque públicamente éste se presente como una solución a la primera, este caso enseña que la profundiza y no la resuelve.»

La política de extractivismo como estrategia de desarrollo que imponen los Estados, en este caso el guatemalteco, ofrece que para 2032 habrá ciudades brillantes, cuando ha impedido que los pueblos generen su propio desarrollo para el bienestar de sus familias y comunidades», concluyó.

Sputnik.

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