China, como centro productivo del litio, la tecnología y la innovación

Por Telma Luzzani

En clave tecnológica y geopolítica, el especialista Bruno Fornillo habló con ‘Voces del Mundo’ del llamado «petróleo del siglo XXI», el litio, así como del cambio de matriz energética que transcurre a escala global. El mundo, dijo, apuesta por energías renovables y autos eléctricos y desinvierte en los sectores de la era fósil.

Bruno Fornillo, doctor en Geopolítica por la Universidad París e investigador del CONICET en Argentina, señaló que «el mundo está en un umbral de pasaje que hace que la necesidad de una transición energética sea vista a nivel global como algo acuciante. Tesla, la empresa norteamericana, dedicada a la producción de autos eléctricos, se convirtió en una de las empresas más cara del mundo en el sentido del valor de su acción».

Y agregó que ese grupo empresario con base en California aumentó su valor en 700% en el último año y que su dueño, Elon Musk, es el hombre más rico del mundo. «Hay una apuesta por las energías renovables y los autos eléctricos, al tiempo que el mundo fósil está declinando cada vez más y grandes instituciones globales llaman a desinvertir en hidrocarburos, que son una de las causas centrales del calentamiento global, particularmente el petróleo».

«Tesla vale más que a Apple», pero «el gran centro de producción es China. Tesla es la figura más publicitada, pero el centro de la innovación es China», dijo.

También doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires, donde investiga y forma parte del panel de profesores, indicó que «cuando hablamos de cambio climático, es decir, del aumento de la temperatura, que es una de las facetas del cambio ambiental global, la principal causa está vinculada con la quema de combustibles fósiles. El 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero es por esa quema. Y además apareció la posibilidad de un negocio nuevo donde el capitalismo puede seguir apostando y creciendo que tiene que ver con la producción de energías renovables, y el nuevo paradigma energético, que ya venía creciendo desde hace tres décadas».

Autor de los libros Geopolítica del litio y El litio en Sudamérica, criticó la falta de planificación y políticas de Estado en países como Argentina o Chile, pero ponderó lo hecho en su momento por el gobierno del Movimiento al Socialismo en Bolivia (que recientemente volvió al poder) con el litio.

«Lo que hizo Bolivia es heroico en ese campo. Es la política con tinte más soberano que existió. Conozco mucho ese país y de hecho ingresé al litio porque en 2007 Bolivia ya discutía el litio, y tomaron el control de toda la cadena por parte del Estado. La idea es asociarse en alta tecnología, donde menos capacidad tiene, con empresas transnacionales, como el caso de una empresa alemana. Fue una buena asociación porque Europa está muy preocupada, sobre todo por el atraso en este tema y en la innovación en la producción de baterías de litio.» Llamó a que los países periféricos no se conviertan en solo extractivistas.

El entrevistado habló también de las llamadas «tierras raras» y de otros minerales como aluminio o cobalto, este último más difícil de conseguir.

«Al litio se lo infló mucho. Lo importante es la tecnología que se desarrolle», expresó.

En otro tramo, Fornillo dijo que China tiene una de las tres reservas mundiales más grandes de litio. «Desde 2008 decidió apostar y dominar el nuevo paradigma energético y hoy es la productora principal de paneles solares, molinos eólicos, autos eléctricos y tiene 43% de la producción de autos eléctricos. Está a la cabeza de la innovación. El basamento es endógeno: es el principal importador de litio y el principal productor de baterías, autos y electromovilidad. Es el principal consumidor, por tanto, tiene sentadas las bases para generar un desarrollo endógeno de gran porte».

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