Biden pierde popularidad y Trump no pierde la oportunidad

A menos de un año de la juramentación de Joe Biden como presidente de EEUU, las encuestas calculan que su popularidad ha bajado más del 50% tras los resonados sucesos de su gestión, mientras que los republicanos, incluyendo al expresidente Donald Trump, muestran signos de recuperación, ¿a qué se debe este fenómeno político

Los sondeos realizados en los últimos meses en EEUU han calculado que la popularidad de Biden ha alcanzado un nivel de desaprobación del 51%, pero el equipo del presidente y sus partidarios se llegaron a preocupar cuando en el estado de Nueva Jersey, el gobernador demócrata Phil Murphy tuvo un resultado por debajo de lo esperado en la reelección.

Mientras que en Virginia, un estado donde los votos a favor de Biden arrasaron en las presidenciales, triunfó el republicano Glenn Youngkin.

El corresponsal de la BBC Anthony Zurcher, considera que esta es una tendencia que se ha visto en varios Gobiernos de EEUU.

«Un nuevo presidente es elegido y, tras una ola temprana de popularidad, sus intentos de avanzar su agenda política topan con viento en contra. El partido que ha perdido el poder, aguijoneado por su derrota reciente y enojado por las acciones de Gobierno del rival, recupera la unidad en la oposición, mientras que el partido en el poder sufre por las divisiones internas».

Agregó que la gestión de Biden ahora es la que está pagando estas consecuencias por los desacuerdos que surgen entre los mismos demócratas en el Congreso, lo que impide la aprobación de sus principales proyectos prometidos antes de asumir la presidencia. A esto se sumó la criticada retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán.

Todos estos factores dejaron prácticamente en el olvido al escandaloso asalto al Capitolio protagonizado por los partidarios republicanos. El expresidente Trump ha sabido mantenerse a la vista en la arena política criticando los puntos más débiles de la gestión de Biden y manteniendo abierta la opción de volver a ser candidato presidencial en 2024.

Los demócratas y republicanos aún tienen tiempo para decidir quién irá a las presidenciales, pero desde ahora existe un debate interno en los demócratas donde unos piden mayor diversidad en la elección para conseguir más votos.

Aún es incierto lo que pueda pasar más adelante, pero según Zurcher, esto evidencia que «EEUU ha sido y sigue siendo un país altamente polarizado y dividido políticamente» y no hay mayorías permanentes en el Gobierno.

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