Arabia Saudí inicia una posible guerra petrolera de precios

Por Evgeni Gusev

El gigante petrolero saudí, Aramco, redujo el valor de varias marcas de crudo con el objetivo de aumentar sus exportaciones. Este arriesgado paso amenaza con provocar una guerra de precios, y no solo afectó a las bolsas regionales de Oriente Medio: también ha dañado a la propia empresa.

Aramco bajó el precio oficial del petróleo para sus consumidores solo dos días después de que los países miembros de la OPEP no lograsen llegar a un acuerdo con Rusia para reducir la extracción de crudo.

La compañía redujo el coste por barril de las marcas Arab Light y Medium unos 6 dólares para sus consumidores en Asia. Esta reducción supuso descuentos de 3,10 dólares y 4,05 dólares respectivamente del precio de referencia de Oriente Medio. De hecho, el recorte aplicado respecto al Arab Light superó las expectativas de los comerciantes y de los refinadores que buscaban obtener un descuento de 1,90 dólares, según la hoja de precios publicada por la empresa y citada por Bloomberg.

Aramco también bajó los precios del crudo entre 6 y 8 dólares por barril para los consumidores del noroeste de Europa y de la región del Mediterráneo. La rebaja de 8 dólares por barril es un directo desafío para Rusia, país que vende una gran cantidad de petróleo Urals —su marca insignia— al noroeste de Europa. Se trata del mayor recorte en los precios oficiales del crudo de Aramco de los últimos 20 años.

Por si fuera poco, Riad prepara más sorpresas para el futuro, ya que podría vender su marca Arab Light a Europa con un descuento sin precedentes de 10,25 dólares por barril, en comparación con la Brent.

¿Cuáles son las metas planteadas por Riad?

La jugada de Riad con la tarificación es la primera pista de cómo el país árabe planea responder a las discrepancias que han surgido en la alianza entre la OPEP y sus socios, como Rusia. El reino busca acompañar estos descuentos de un incremento del suministro de crudo, recalcaron a la agencia estadounidense fuentes cercanas a la situación. Es la primera decisión de marketing que se adopta desde que las negociaciones celebradas por el cartel en Viena concluyesen sin acuerdo.

Se espera que la producción del oro negro en Arabia Saudí supere los 10 millones de barriles diarios en abril, lo que supondrá un aumento de más del 3% respecto al volumen de febrero. Los pronósticos más optimistas apuntan a que los saudíes podrán extraer unos 12,5 millones de barriles diarios.

«Arabia Saudí está ahora entrando realmente en plena guerra de precios», indicó al respecto Iman Nasseri, director gerente para Oriente Medio de la consultora FGE.

No cabe duda de que los productores de petróleo tienen agujeros presupuestarios que llenar y de que empezarán a aumentar la producción cuando queden libres de las restricciones impuestas por el cartel. La bajada de precios de Aramco señala qué es lo que Arabia Saudí está buscando hacer, escribe Bloomberg.

«Es cierto que son enfoques de alto riesgo y que están apuntando alto. Será cuestión de quién parpadea primero», ironizó Tim Fox, principal economista del banco de los Emiratos Árabes Unidos, NBD.

Otros productores de crudo del golfo Pérsico podrán seguir a Riad y bajar sus precios. Es una práctica bastante común en la citada región, y el cambio suele variar entre unos céntimos y un par de dólares por barril respecto a los precios de referencia para Oriente Medio.

El disparo en su propia pierna

La reacción de las bolsas a la estrategia de Aramco no se hizo esperar.

El dar un paso tan arriesgado no podía pasar desapercibido para la empresa saudí. Y más teniendo en cuenta la situación actual del mercado petrolero, donde los precios han ido a la baja en los últimos meses, entre otras cosas, por la propagación del brote de coronavirus.

Como resultado, Aramco perdió un 4,85% de su valor después de que el precio por acción cayese hasta situarse en unos 8,4 dólares el 8 de marzo y siguiese desplomándose durante el resto del día.

La caída del gigante saudí arrastró consigo a los principales índices bursátiles de la región. Las bolsas de Dubai, Abu Dabi y Kuwait se desplomaron entre un 5,3% y un 6,4% media hora después de que abrieran el 8 de marzo.

Los bancos sufrieron las mayores pérdidas. El NBD de los Emirates Árabes Unidos, el mayor prestamista en Dubai, se dejó un 9,6%, mientras que las acciones del Primer Banco de Abu Dabi y las del Banco Nacional de Kuwait se desplomaron un 8,5 % y un 8,2% respectivamente. 

Sputnik

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