El ascenso de Danilo en la encuesta Penn

La encuesta Penn, Schoen and Berland (PSB) publicada esta semana por los servicios informativos del canal 7 muestra un ascenso de Danilo Medina en las preferencias electorales y una caída de Hipólito Mejía, colocándolos en un empate técnico, aunque con dos puntos de ventaja para el peledeísta.

Por tratarse de una de las firmas encuestadoras más acreditadas y la pionera en el mercado electoral dominicano, hay que ponerle atención a sus datos, aunque esta vez presenta importantes inconsistencias y contiene preguntas sesgadas o no neutramente formuladas.

Buena noticia para Danilo.  Los resultados de la encuesta PSB realizada entre el 12 y el 18 de enero en curso arrojan una buena noticia para el candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Danilo Medina, ya que es la primera vez que saca ventaja en una de las dos encuestas más acreditadas del mercado electoral dominicano, al registrar la preferencia del 46 por ciento de los encuestados, frente al 44 de Hipólito Mejía, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), quien obtuvo amplia ventaja tanto en la anterior de esta firma como en las de Gallup-HOY, las  más antiguas y de mayor credibilidad en tres décadas de encuestas políticas en el país.

La diferencia de apenas dos puntos entre ambos candidatos es un empate técnico, ya que el margen de error de esta encuesta está cifrado en más o menos 3.1 por ciento, habiendo abarcado a mil personas. Pero como quiera marca un gran ascenso de las perspectivas electorales del candidato del partido gobernante, que en la PSB anterior, de mayo del 2011, quedó 12 puntos por debajo del opositor, cuando el resultado fue 51 a 39 por ciento.

En la última Gallup-HOY, de noviembre, Mejía mantenía una ventaja de 5.3 puntos, 47.9 a 42.6.

Por partido, el PLD vuelve a recuperar la preponderancia en la PSB, con registro de 52 a 45 por ciento sobre el PRD. En la de mayo pasado predominó el PRD 49 a 45 por ciento. Acentúa la decadencia política del Partido Reformista Social Cristiano que cayó de un 4 a un 2 por ciento en relación a la de mayo del 2011. La encuesta se realizó antes de que se anunciara que el partido colorado no llevará candidato a los comicios de mayo y de que se diera por hecho que seguirá aliado al partido gobernante. También indica que los reformistas están divididos casi por mitad: 55 por ciento prefiere ir aliados a uno de los dos grandes partidos y 45 por ciento quiere candidatura propia. Cuando se plantea la alianza con el PLD, sólo 49 por ciento dice que votaría por Medina y 45 por ciento por Mejía. La correlación no cambia si se aliaran al PRD.

Factores determinantes.  Son varios los factores que estarían determinando el ascenso de la candidatura peledeísta, resaltando la progresiva compactación del PLD y su Gobierno en torno a su candidatura presidencial, lo que contrasta con la incoherencia que predomina en el PRD, el desempeño de Danilo Medina, que mantiene un discurso propositivo y es un gran trabajador de la política, la masiva propaganda electoral muy superior a la de la oposición, la acogida de la candidatura de la primera dama Margarita Cedeño y hasta los amplios repartos gubernamentales del período navideño. Cada vez son menos los que mantienen dudas sobre el apoyo del presidente Leonel Fernández y líder del PLD a la candidatura de Medina y se percibe que los sectores internos que lo rechazaban se han integrado progresivamente a su campaña electoral, aportando importantes recursos.

Llama la atención que en esta encuesta Danilo saltara en las preferencias de los jóvenes entre 18 y 24 años, pasando del 30 al 52 por ciento en relación a la anterior de la misma firma. Mejía, que había registrado 63 por ciento cae ahora al 44 por ciento. En la generalidad de las encuestas publicadas y conocidas en el último año, el perredeísta marca una alta proporción en ese segmento de edades.     

La encuesta no es concluyente en cuanto a los aportes de la primera dama a las preferencias por la candidatura del PLD, pues cuando se preguntó si votaría por la fórmula Danilo-Margarita el resultado apenas fue un punto más que cuando se preguntó sólo por los candidatos presidenciales. Sin embargo, un 25 por ciento de los que favorecen la candidatura del partido morado dicen que influyó la nominación de la doctora Cedeño, cuyos méritos parecen ratificados en el hecho de que encabeza la lista de los políticos de mayor fiabilidad con 59 por ciento, superior a Medina y Mejía casi empatados con 45 y 43 por ciento, mientras Leonel Fernández queda en cuarto lugar con 39 por ciento.

Importantes inconsistencias.  El análisis de la encuesta PSB permite advertir inconsistencias en sus resultados. Uno de los más significativos es que presenta un 52 por ciento satisfechos con la labor del Gobierno,  aunque el 63 por ciento considera que las cosas en el país van en dirección equivocada, el 74 por ciento cree que la economía va en dirección equivocada y sólo el 39 por ciento tiene una imagen  favorable del presidente Fernández.

A la pregunta de por quién votó en las elecciones presidenciales, los porcentajes de respuestas distan de lo que fueron los resultados oficiales de esos comicios: el 46 por ciento dijo que por Leonel Fernández, quien obtuvo el 53.8 por ciento. El 32 por ciento afirma que votó por Miguel Vargas, pero este registró 40.5 por ciento. El 2 por ciento dijo haber votado por Amable Aristy, quien en realidad obtuvo más del doble, el 4.59 por ciento. Y lo más distante: el 18 por ciento asegura que no votó, pero la abstención ascendió al 29 por ciento. 

El cuadro que indica las respuestas a la pregunta de cuán probable es que usted vote en la próxima elección presidencial también contiene fuertes inconsistencias: el 30 por ciento dice que definitivamente no votará, lo que se corresponde con el 29 por ciento de abstención en el 2008 y con un 28 por ciento de abstención histórica en los comicios presidenciales de las últimas tres décadas. Pero otro 16 por ciento dice que probablemente no votará y un 28 por ciento no sabe si lo hará, mientras 26 por ciento dice no saber o no responde. Según ese cuadro, nadie está seguro de que votará.

El porcentaje de quienes no saben ni responden oscila bruscamente en los grupos de edades: el 52 por ciento de los que están entre 18 y 24 años, cae al 7 por ciento en la franja de 25 a 39 años. Vuelve a subir al 54 por ciento en los que están entre 40 y 54 años para concluir en 2 por ciento entre los mayores de 55 años.

Todas esas inconsistencias implican la posibilidad de errores en la escogencia o aplicación de la muestra o en la tabulación de los resultados.

Hubo preguntas sesgadas que parecían buscar una respuesta

Como esta: “la forma cherchosa o chabacana con que Habla Hipólito Mejía hace que usted se incline más o menos a votar por él? Otra pregunta parte de la consideración de que “el candidato del PRD Hipólito Mejía dijo que aquí hacen falta muchas cosas del Jefe”, sin incluir la matización que él hizo de que “no todo lo que hizo el Jefe fue negativo”. Otra más: “Danilo Medina tiene buena experiencia política pero nunca ha sido Presidente, mientras Hipólito Mejía también tiene esa experiencia pero también ha sido Presidente, ¿hace esto que usted se incline a votar por Medina o por Mejía?

Claro mensaje al PRD. El resultado de una encuesta de credibilidad en el país como la PSB implica un mensaje al PRD que a casi 11 meses de la elección de su candidato presidencial no ha podido compactarse en torno al mismo a pesar de su buen posicionamiento, proyectando una imagen de incoherencia y división interna. La generalidad de los analistas estima que eso le impide  consolidar las preferencias del amplio segmento de la ciudadanía sin militancia partidista insatisfecha con el Gobierno del PLD.

El conflicto que envuelve al presidente del partido blanco y su candidato presidencial, derivado de la elección primaria que lo escogió, no resta votos en la militancia perredeísta, como indican las encuestas, pero sí en sectores medios y medios altos cada vez más conservadores y que prefieren la autocracia peledeísta al relajo democrático perredeísta. Entre cientistas sociales predomina el criterio de que el PRD está desperdiciando la insatisfacción con la actual gestión gubernamental. Sea de quien sea la responsabilidad, es insólito que el presidente de un partido sostenga que es al candidato a quien que le corresponde llevar la organización al poder, mientras se declara en un “rol institucional”, manteniendo una confrontación con el beneficiario del voto general de los militantes.

Pero es que todavía dentro del PRD hay quienes consideran que la elección de Mejía fue ilegítima y cifran sus expectativas  en que caiga derrotado, aunque arrastre todo el partido a la frustración.

Esa irracionalidad política no es digerible más allá de un partido cuyos órganos directivos no pueden reunirse ni para discutir cuestiones fundamentales.

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